* Jack el Destripador. Todo un misterio, ya que su verdadera identidad nunca se supo. Aunque todas las hipótesis y descripciones policiales apuntaban a James Maybrick, pero jamás se encontraron pruebas definitivas que lo inculparan.
* Armin Meiwes, un informático que devoró a su amante con el consentimiento de éste, al que conoció por internet.Conocido como el caníbal de Rotenburgo, era un técnico informático de 42 años, cuyas fantasías desde la infancia giraban en torno al canibalismo.
* Andrei Chikatilo. Nació en Ucrania el 16 de Octubre de 1936, en una pequeña aldea en tiempos de hambruna, cuando morían millones de personas cuyos cadáveres se amontonan en las calles y campos, lo más cruel para el pequeño Andrei y su hermana era escuchar en el regazo de su madre como hermano mayor, Stepan había sido raptado y devorado, aunque no era un caso aislado en aquellos duros años treinta, el hecho marcaría notablemente al niño, quien se sentía en esos momentos más solo que nunca, de hecho no existe ningún documento que informe acerca del nacimiento o muerte de Stepan pero la manera en como su madre se los contaba hacia que la historia pareciera verídica. En 1971, un diploma universitario le dio el grado de maestro. Sentía una creciente atracción por las menores de doce años, y se colaba en los dormitorios para verlas en ropa interior mientras se masturbaba con la mano dentro del bolsillo. Más tarde Chikatilo se refugió en el Comunismo, pero su fijación con el dogma político rayaba en la demencia. El 22 de diciembre de 1978, Chikatilo mató por primera vez a los 42, abordó en la calle a una niña de nueve años de edad, y la convenció para que se fuera con él a una cabaña que poseía en las afueras de la ciudad. Sabía como hablar a los niños, él mismo había sido maestro y tenía a sus dos hijos. Una vez allí la desvistió con violencia. Accidentalmente, le hizo un rasguño del que brotó sangre, hecho que le propició una erección inmediata, estableciendo el vínculo fatal entre sangre y sexo. Luego, sacó un cuchillo y se lo clavó a la niña en el estómago. Con cada puñalada notaba que se acercaba más al orgasmo, por lo que no cesó de hacerlo hasta la eyaculación.Tres años pasarían antes de que Chikatilo asesinara por segunda vez, el 3 de septiembre de 1981. Su segunda víctima fue Larisa Tkachenko de 17 años de edad, la convenció de ir con él al bosque para tener relaciones sexuales, pero fallo en el intento por lo que ella se río de él, esto lo enfureció, perdió el control, estranguló a la mujer y eyaculó sobre el cadáver, mordisqueo su garganta, le corto los senos y en su frenesí se comió los pezones. Luego, comenzó a lanzar aullidos mientras bailaba una danza de guerra alrededor del cuerpo, dejó el cuerpo sin vida con un palo enterrado. Su tercera víctima fue Lyuba Biryuk, fue raptada de una villa y fue acuchillada 40 veces en el bosque, le mutilaron los ojos esto se volvería algo común en sus asesinatos, la firma mortal de Chikatilo. Chikatilo asesinó a otras 3 personas ese año, entre ellas se encontraba su primera víctima masculina, Oleg Podzhivaev de 9 años de edad, el cuerpo no se encontró pero Chikatilo afirmó ser el responsable y que le había arrancado los genitales, la prensa estaba enloquecida con el asesino en serie, el modus operandi era siempre el mismo, sus víctimas siempre se encontraban en los bosques, con indicios de violencia y sadomasoquismo, y en ocasiones les faltaban miembros a las víctimas, eran niños, niñas y chicas jóvenes. Entre ellos había muchos escapados de casa y retrasados mentales, pues se dejaban convencer más fácilmente y agradecían su ayuda en el laberinto del sistema de transportes local, con el que no estaban familiarizados. En 1984 asesinó a 15 personas, mientras el tiempo entre sus asesinatos iba disminuyendo el número de víctimas iba en ascenso. Chikatilo los elegía entre la multitud en estaciones ferroviarias y en paradas de autobús, y con algún pretexto, los convencía para que lo siguieran a alguna zona boscosa. Una vez allí les infligía numerosas puñaladas (entre treinta y cincuenta). Casi todas las víctimas sufrían la mutilación de los ojos. A las adolescentes o chicas jóvenes les seccionaba los pechos o los pezones, ya fuera con sus afilados cuchillos o con los dientes. El útero era extirpado con tal precisión que todos los cirujanos de la provincia de Rosstov pasaron a ser sospechosos en potencia. Mientras las violaba, se enfurecía tanto por llegar tan rápidamente al orgasmo que les machacaba la cara a golpes. Para ocultar su impotencia, a veces, con la ayuda de una ramita, colocaba el semen en la vagina de la víctima. En el caso de los niños, los atacaba nada más hallarse a solas con ellos en el bosque: un golpe para aturdirlos con las manos atadas y unos golpes de cuchillo poco profundos para establecer su dominio sobre ellos. Posteriormente los mutilaba a mordiscos, les cortaba los genitales o solamente extirpaba los testículos, que guardaba a modo de trofeo. También arrancaba los ojos de todas sus víctimas, quizás para evitar encontrarse con sus miradas. En algunas ocasiones realizaba estas amputaciones cuando la víctima se hallaba aún con vida, aunque no consciente. En 1981, se convirtió en funcionario de abastecimiento de una fábrica, y el trabajo, que le obligaba a recorrer una buena parte de la región, le proporcionaba la tapadera perfecta. El Instituto Serbsky de Moscú diseñó el perfil de un hombre ostensiblemente normal, probablemente casado, con un trabajo regular, y por esperma hallado en los cuerpos de sus víctimas, se supo que su sangre era del grupo AB. El 14 de septiembre de 1984, detuvieron a Chikatilo en el mercado de Rosstov, pues en líneas generales encajaba con la descripción del asesino, pero no pudieron demostrar nada más. Chikatilo parecía un hombre respetable, y tras hacerle un análisis de sangre, ésta resultó ser de grupo A. Enseguida fue puesto en libertad sin cargos. Cuando apareció el cadáver número treinta, los periódicos empezaron a dar noticias del posible asesino en serie, quienes todos creían un retrasado mental, a pesar que la policía no estaba de acuerdo, pues la amplia dispersión del asesino indicaba que éste disponía de un vehículo, factor que en Rusia era eliminativo. El 17 de octubre de 1990, volvió a matar en un bosque cercano a la estación de Donlesjoz. Este crimen absorbió a toda la policía local y a una fuerza antidisturbios de 100 hombres. Pero dos semanas después, Chikatilo volvió a actuar, y ésta vez fueron unos 600 detectives los encargados de investigar a lo largo de la línea de los bosques, en dónde montaban guardia tres o cuatro oficiales en los apeaderos más aislados.
El 6 de noviembre de 1990, uno de estos detectives, el sargento Igor Rybakov, vio surgir del bosque un hombre con traje y corbata. Mientras observaba cómo éste se lavaba las manos en la fuente advirtió que tenía un dedo vendado y una mejilla manchada de sangre. Le pidió los documentos y elevó un informe de rutina. Cinco días después encontraban un nuevo cadáver en ese mismo lugar el cual estimaron que llevaba muerto más o menos una semana.
El homicida tenía que haber pasado por la estación, y el culpable no podía ser otro que el sospechoso del informe de Rybakov. Lo arrestaron el 20 de noviembre, sospechoso de haber asesinado a 36 víctimas, todos ellos mujeres y niños. Su esperma, aunque no su sangre, sí era AB.
* Albert Fish. El 11 de Noviembre la señora Budd recibió una carta cuyo contenido la dejó de una sola pieza:
"Querida señora Budd:
Hace algunoas años, mi amigo el capitán John Davis, zarpó de California hacia Hong-Kong, que por aquel entonces estaba sufriendo los problemas del hambre. Las calles se habían vuelto muy peligrosas para los niños menores de 12 años, pues existía la costumbre de matarlos, cortarlos en pedazos y vender su carne como alimento. Antes de partir a New York mi amigo capturó a dos niños (6 y 11 años respectivamente), los mató, guisó su carne y se la comió.
Esa es la razón se que hace unos años yo acudiera a su casa el 3 de Junio de 1928 y, con el
pretexto de acompañarla a una fiesta infantil que iba a dar mi hermana, me llevara a su hija
Grace hasta una casa abandonada de Westcher County, Worthington, donde la extrangulé, la corté en pedazos y comí parte de su carne. No me la tiré. Murió siendo virgen."
La señora Budd sufrió un terrible sock que la llevó a ponerse en contacto con la policía, que tras una ferrea investigación, lograron determinar la procedencia de la carta. Siguieron la pista de Albert Fish hasta una mísera pensión de la calle 52 donde fue arrestado el 13 de Diciembre. Entre las pertenencias que se hallaron en su casa se destacaron los recortes de periódico donde se narraban loscrímenes de Fritz Haarmann, el carnicero de Hanover. ish afirmó que después de haber estrangulado a la niña, le quitó la ropa, le cortó la cabeza con un trinchante y partió su cuerpo en dos con una sierra a la altura del ombligo. Escondió la mayor parte del cuerpo en el lugar del crimen y se llevó consigo cierta cantidad de carne, que cocinó de varias formas (con zanahorias, cebollas y con tiras de beacon) , y que consumió durante el curso de las semanas siguientes.
Mientras le estudiaba un psiquiatra, Fish confesó que se sentía obligado a torturar y matar niños, y que solía actuar siguiendo ordenes divinas de Dios, cuya voz oía frecuentemente. En cuanto a la canibalización, Fish contó que esos actos le provocaban un estado de extasis sexual muy prolongado. Fish admitió haber abusado de al menos 100 niños y haber asesinado otros 15. Sus perversiones no se limitaban a otras personas ya que el también gustaba de practicarse dolor a si mismo. Uno de sus sistemas favoritos era clavarse agujas alrededor de los genitales. Una radiografía descubrió un total de 29 agujas en el interior de su cuerpo (algunas con tanto tiempo que habían empezado
a oxidarse). En otrs ocasiones había intentado introducirse agujas debajo de las uñas, pero no tardó en renunciar a ello cuando el dolor se hizo insoportable. También confesó las emociones que experimentaba al comerse sus propios excrementos, y el obsceno placer que le producía introducirse trozos de algodon empapado en alcohol dentro del recto y prenderles fuego.
Los hijos de Fish contaron como habían visto a su padre golpeandose el cuerpo desnudo con tablones claveteados hasta hacer brotar sangre.
Finalmente fue condenado a la silla eléctrica. Fue ejecutado el 16 de Enero de 1936 en lo que fue la experiencia más agradable y afrodisíaca que jamás experimentó Albert Fish (acudio a su ejecución entusiasmado en busca de nuevas experiencias).
* Ed Gein era un apacible carpintero de Plainfield, o eso creían sus vecinos. En la adolescencia perdió a su hermano Henry (1944) y a su madre (un año más tarde). Perder la autoritaria guía de su madre hizo que Ed se encerrara en sí mismo y dejara echarse a perder la granja familiar que en aquellos momentos mantenía. Se volvió un poco raro y los habitantes de
Plainfield no tardarían en darse cuenta de hasta donde llegaba su rareza.
La desaparición de Bernice Worden llevó al alludante del Sheriff hastala granja de Gein. Cunado llamó a la puerta nadie contestó y entró por su cuenta. Allí comenzó el horror.
El cuerpo sin cabeza de B. Worden colgaba sin cabeza de las vigas del cobertizo colgado por los tobillos. Todo había había empezado con su madre, la cual no hacía mas que poner pegas a sus instintos sexuales y acabó por prohibirle establecer cualquier tipo de contacto con las mujeres, lo que acabó dando como resultado que el joven Ed desarrollara un morboso y poco natural interés por la anatomía femenina.
Tras la muerte de su madre, Ed empezó a desenterrar cadaveres de cementerios para llevarselos a su casa para examinarlos y usarlos en actos de necrofilia y, según el, para tomar su carne como alimento.
Los agentes de policía que registraron la granja de Ed, encontraron infinidad de objetos que tenían como materia prima los cadaveres: había brazaletes y pantallas de lámpara hechos con piel humana, cabezas disecadas, un cuenco para sopa hecho con la tapa de un cráneo, sillas copas y cuchillos hechos con piel, carne y huesos humanos. También el registro de la granja reveló otros horrores como las calaveras al pie de la cama, máscaras de piel humana, una caja de zapatos llena de vaginas disecadas, un cinturón de pezones y un delantal hecho con el torso
desgarrado de una mujer entre otras sutilezas.
En su confesión voluntaria habló del placer sexual que obtenía envolvía su cuerpo desnudo con la piel de sus víctimas.
Los patólogos estimaron que los restos que hallaron en la granja eran de 15 personas distintas. No fue condenado pero fue encerrado en un centro psiquiátrico donde murio en 1984 a los 77 años de edad despues haber sido un prisionero modelo.
Su granja fue quemada por los vecinos de la localidad y aun hoy recuerdan como Ed les había obsquiado con suculentas piezas de carne, que había afirmado que eran de animales que el cazó, pero que posteriormente en su juicio, Gein reconocio que eran los despojos sobrantes de sus festines necrofágicos.
* Georg Karl Grossman fue uno de los personajes más desagradables de la historia de Alemania. Grossman era un monstruo en la vida real y estaba dominado por perversiones tan depravadas que parecen sacadas de las películas gore más atroces.
Nació en Neurupen en 1863 y fue un degenerado sexual y un sádico desde jovencito. Cuando murió había cumplido 3 condenas por abusos sexuales y físicos a niños algunos de los cuales acabaron con la muerte de la infantil víctima. En su juicio Georg declaró que también se había entregado a la bestialidad y la necrofilia.
En 1921 la policía fue alertada por un vecino de Grossman, que había oido unos golpes y gritos la casa de al lado. Cuando llegó la policía los golpes habían cesado, los gritos también. Pero cuando entraron en la casa de Georg hallaron una joven muerta, aun caliente, preparada para ser asada y consumida en una barbacoa.
Grossman llevaba 8 años viviendo en aquel apartamento y el número de chicas de la calle que pasaron por allí para satisfacer el apetito de Georg era tan grande, que se podría haber alimentedo a todo la población de Leganés con su carne durante 1 semana. Para hacerse una idea de la magnitud que alcanzaron las hazañas de Grossman solo hay que recurrir a la cantidad de restos humanos que fueron descubiertos en la habitación de Gerog cuando fue arrestado: partes de todo tipo de los cuerpos de al menos 3 mujeres distintas que había asesinado y descuartizado
en las 3 últimas semanas.
Pero lo suyo no acaba ahí. El hombre sabía sacar provecho económico de sus placeres y convertía a sus víctimas en perritos calientes que posteriormente vendía en la estación de tren. Georg Karl Grossman ahorraba dinero consumiendo sus propios productos. En cuanto a los restos inservibles, se limitaba a arrojarlos al río Spree.
No se sabe cunatas víctimas (todas mujeres) cayeron a manos de Georg; Ha sido imposible determinarlo.
Grossman acabó suicidandose en su celda mediante el ahorcamiento.
* Jeffrey Dahmer "El carnicero de Milwaukee". Se trata de un asesino en serie estadounidense cuyo perfil psicológico es prototípico del hombre carente de todo aquello que hace tolerable llevar una existencia normal. Su actitud negativa le impidió tener amigos, relaciones, trabajos, intereses, ocupaciones, dinero, esperanzas o simplemente un lugar dónde vivir. Nunca llegó a socializarse y su cavernoso interior emocional se fue degradando mientras llenaba ese enorme vacío de fantasmas.
Nació el 21 de mayo de 1960 en el hogar de un matrimonio problemático compuesto por un conocido investigador químico y una neurótica emotiva y autocompasiva. Era un niño tímido y solitario que temía el abandono y daba la impresión de estar desamparado.
El joven Jeffrey no hacía más que gritar pidiendo atención desde la temprana edad, aunque fuera subconsciente. Pero esos gritos no fueron oídos por unos padres demasiado absortos en sus propias guerras personales durante un amargo divorcio que dejó al niño con la sensación de ser abandonado.
Pronto se interesó por la anatomía animal. En el sótano de su casa guardaba un montón de huesos de conejos, pollos y otros animales, sintiendo gran curiosidad por verlos dentro de los animales vivos que manipulaba. Su familia cambió de vivienda seis veces antes de establecerse en 1968 en Ohio. La mayor parte de su infancia la pasó escondido en un cobertizo de madera en una colina cazando insectos en frascos y conservándolos en formol. Luego pasó a las ardillas, mapaches y otras piezas más grandes, transportando los cuerpos hasta el bosque, donde los dejaba pudrirse. Luego sumergía los restos en lejía para limpiar y blanquear sus huesos.
Su madre, tras una temporada en el hospital, tubo que guardar cama por el resto de sus días por haber ingerido enormes cantidades de tranquilizantes y otras drogas, hecho que ensimismaría a Dahmer en un aislamiento inquebrantable.
A los once años ya hablaba de manera monocorde. Se convirtió en un solitario, balando como una oveja en el aula de clase o comportándose como un retrasado en las tiendas para llamar la atención de sus compañeros. También comenzó a beber y a masturbarse compulsivamente utilizando revistas para homosexuales o mirando las entrañas de los animales que cazaba. A los dieciséis años solía ir borracho a clase, donde tenía un solo amigo que era proveedor de marihuana y con quien se colocaba a diario. El joven se refería al alcohol como su "medicina", un tónico autorrecetado con la intención de calmar sus momentos de angustia. Y ese alcohol a su vez, alimentaba su inclinación hacia la excentricidad.
A los diecisiete años, tras observar un joven que a diario pasaba haciendo jogging delante de su casa, sintió un deseo desenfrenado de poseerlo. Como no se atrevía a abordarlo para entablar una conversación, optó por coger un bate de béisbol y se dispuso a esperarlo con la idea de atacarle cuando pasara, pero afortunadamente el joven dejó de ir a correr por esa zona, salvándose de haber sido una primera víctima del atormentado Jeffrey Dahmer. Al año siguiente, su padre abandonó el hogar, y al poco tiempo, el 18 de junio, el chico se venga recogiendo en la carretera a un autoestopista, a quién llevó a su casa y asesinó, luego metió el cuerpo en un saco de basura y lo arrojó por un barranco.
Después de esto, entró en una crisis depresiva y renunció a seguir viviendo, pero su padre lo envió a la Universidad. Allí también fue rechazado por su contínuo estado de embriaguez, y en diciembre de 1978 su padre lo obliga a alistarse en el ejército, pero sus continuas borracheras no cesan. Al licenciarse va a vivir con su abuela, en donde muestra una posible reinserción, pues comienza a ir a la iglesia, a leer la Biblia e incluso reduce su dosis de alcohol y encuentra trabajo en una fábrica...
Pero poco le duró esa vena. Al poco tiempo comenzó de nuevo a masturbarse insistentemente e incluso robó un maniquí de una tienda, que le hacía las veces de compañero sexual. También empezó a frecuentar las saunas de Milwaukee, en donde se daban cita algunos homosexuales para tener relaciones anónimas e impersonales, pero le resultaba difícil conseguir la erección mientras sus parejas estaban despiertas, por lo que optó por drogarlos con somníferos antes de mantener una relación sexual. Después de esto, ninguno de sus amantes cuando volvían en sí querían volver a saber más de él, por lo que creyó más oportuno buscar un cadáver para satisfacer sus instintos sexuales.
Esa misma noche, tras asistir al funeral de un joven de dieciocho años, fue a desenterrarlo al cementerio, pero no lo consiguió por que el suelo estaba congelado debido a las bajas temperaturas.
En septiembre de 1986 es arrestado por exhibicionismo indecente y desembocó a su primer análisis psicológico, siendo diagnosticada una personalidad peligrosa.
Un año después mataba por segunda vez. Esta vez se trataba de un joven negro al que ofreció una bebida dopada. Dahmer se despertó al día siguiente encima de un cuerpo ensangrentado, pero afirma no recordar nada de lo que pasó aquella noche. Lo que sí revive es cómo tras levantarse mete el cadáver en el armario y sale a comprar una gran maleta para trasladar el cuerpo a casa de su abuela. Allí cuenta que lo guardó en el sótano y lo desmembró, envolviendo la cabeza en una manta y guardándola en una estantería para hervir más tarde el cráneo y blanquearlo.
Después de eso, Dahmer comienza a matar siempre que tenía ocasión. Seguía el mismo modus operandi: primero el flirteo ofreciendo dinero a cambio de sexo, luego les ofrecía bebida con somnífero y finalmente los estrangulaba. Después de matar a su víctima se quedaba abrazando el cadáver, pensando en cómo conservar las cabezas y formar una especie de altar en la habitación adornado con los huesos.
Dahmer seguía la predecible pauta de los asesinos en serie. Empezó matando cautelosamente asustado por sus crímenes. Luego el ritmo aumenta y se convirtió en una máquina de matar más efectiva. Está más que demostrado que estos asesinos con el tiempo se vuelven arrogantes y despreocupados convencidos de que no pueden ser apresados por ningún ser mortal, creyendo tener máximo poder y autoridad sobre los demás.
Dahmer mostraba muchas características de asesino organizado: acechaba a sus víctimas, les engañaba para llevárselos a su apartamento con la promesa de dinero y favores y después de la muerte ocultaba las pruebas de los crímenes, pero también daba muestras de ser un criminal desorganizado: realizaba actos sexuales con sus víctimas después de la muerte, consumía su carne y sangre, las mutilaba y conservaba algunas partes como recuerdos. Esta mezcla de delincuente organizado y desorganizado es lo que se denomina un asesino "mixto".
En una ocasión, una de sus víctimas logró marcharse antes de que las drogas surtiesen efecto, y la policía efectuó un registro de la casa, pero afirmaron no haber hallado nada...
El 30 de enero de 1989 fue declarado culpable de atentado contra el pudor en segundo grado, por seducir a un menor de 13 años con propósitos indecentes, y antes de comenzar a cumplir la condena de un año de cárcel, mató otro joven, guardó el cuerpo en el cuarto de baño y para su mayor satisfacción sexual lo mutiló y le pintó el cráneo con aerosol.
En marzo de 1990 se trasladó a vivir a un deteriorado piso, en dónde adquirió una larga mesa y dos grifos de plástico para extender los cuerpos de sus víctimas. Allí tomaba fotos de sus amantes con una cámara Polaroid una vez muertos. Luego, congelaba los órganos, comía parte de la carne y hervía el resto en una enorme olla antes de echarlos en un gran contenedor de basura preparado con ácido.
Normalmente, el caníbal rajaba los cuerpos desde el cuello hasta la ingle frotando las vísceras para procurarse un mayor placer sexual, pero llegó un momento en que este placer no era suficiente y con sus víctimas pensó en crear "zombis" o muertos en vida que pudiera conservar sin que se deteriorasen, agujereando los cráneos e inyectándoles un líquido.
A veces se bañaba en compañía de los cadáveres. En la nevera guardaba los corazones, en el congelador las cabezas, en el fichero los cráneos y en la cama un cuerpo descompuesto. Así lo contaron los policías que registraron su casa horrorizados una vez que lograron arrestarlo el 23 de julio tras la denuncia de otra víctima que logró fugarse de su casa.
El joven, atado con unas esposas, había alertado a la policía diciendo que un hombre con un cuchillo le había amenazado con arrancarle y comerle el corazón.
Cuando la última víctima escapó de su apartamento en medio de la agresión, el asesino aguardó tranquilamente a que llegara la policía y no hizo ningún esfuerzo por destruir u ocultar la gran cantidad de pruebas que guardaba en su domicilio: centenares de fotografías de sus víctimas tanto muertas como vivas, cráneos y partes del cuerpo en bidones, cajas y en el congelador.
Según su abogado, si no se había resistido es porque deseaba terminar con todo aquello. Deseaba ofrecer a la policía una declaración completa de lo que había hecho, puesto que no podía culpar a nadie salvo a él mismo.
Según Park Dietz, psiquiatra forense que actuó como consultor en el estudio sobre asesinos en serie del FBI, Dahmer encaja perfectamente en la subcategoría que se denomina "marginal": una persona propensa a la furia asesina si cree que está siendo abandonada, con una perversión capaz de realizar actos sexuales con la víctima una vez muerta. El desorden de esta personalidad marginal está marcada por el miedo al abandono y la incapacidad de tolerar el aislamiento o el aburrimiento. Una teoría habitual es que puede relacionarse con abusos en la infancia. La gente que teme el abandono puede sentirse ultrajada cuando alguien que desean que se quede va a marcharse. En este sentido, el asesino en serie normal llega a serlo por su carácter antisocial o por tener fallos de carácter y también a través de desviaciones sexuales, normalmente sádicas y necrofílicas.
Muchos niños que no reciben la atención que ansían en casa, la buscan en la escuela. Dahmer lo hizo con sus extravagancias y su comportamiento muchas veces cómico, pero terminó siendo marginado. No sólo se sintió fracasado en su casa, también en la escuela, en la Universidad y en el Ejército. Era evitado y humillado, puesto de lado. Eso debió dejarle con una terrible sensación de angustia y desamparo. Por ese motivo proyectó sus sentimientos sobre sus víctimas. Las humillaba, las descuartizaba y luego las dejaba de lado también.
El juicio comenzó el 27 de enero de 1992. Desde el principio quedó claro que le impulsaba un trastorno mental, a pesar de que él hacía todo lo posible por disimular su trastorno.
Dahmer se mostró tan sincero y cooperador como muchos otros asesinos en serie, sin embargo ni él mismo podía entender cómo había sido capaz de cometer todas aquellas atrocidades. Todos los presentes pudieron darse cuenta de hasta qué punto sus compulsiones y fantasías se habían apoderado de su mente, empujándole a seguir asesinato tras asesinato.
Después del veredicto habló por primera vez al tribunal diciendo "Señor juez, todo ha terminado. Me siento muy mal por lo que hice a esas pobres familia y comprendo su merecido odio. Asumo toda la culpa por lo que hice. He hecho daño a mi madre, a mi padre y a mi madrastra, pero les quiero mucho.
" El Carnicero de Milwaukee fue sentenciado a un mínimo de 900 años, pero murió en la cárcel en 1994 asesinado a golpes por un recluso. Tras la noticia, los padres de Dahmer se pelearon por la posesión de su cerebro llegando incluso a enfrentarse ante los tribunales. La madre deseaba vendérselo a un hospital de investigación mental, mientras que el padre sólo deseaba enterrarlo lejos de todo el mundo y de su memoria.
También los parientes de sus víctimas, representados por un abogado, consiguieron hacer negocio con los utensilios utilizados por el asesino para trocear y desangrar. Su nevera se subastó públicamente, al igual que todo tipo de cuchillos, sierras, picadoras y taladros.
Un grupo de ciudadanos de Milwaukee compró el lote completo con intención de montar un "museo de los horrores" para la atracción de los turistas, pero al final no se atrevieron a llevar a cabo el proyecto y destruyeron el macabro legado del caníbal.
* Aileen Carol Wuornos. Entre diciembre 1989 y de septiembre de 1990, aparecieron los cuerpos de varios hombres asesinados a lo largo de las carreteras de la Florida norte y central.
Fueron determinantes las pruebas contra Aileen, pues sus huellas dactilares aparecieron en las pertenencias de Mallory y de Antonio que habían sido empeñadas cerca de la playa de Daytonay. Ella dejó como referencia en la tienda de empeños su nombre real en las tarjetas de registro de los objetos, esta prueba fue lo que dio con ella.
Aileen confesó el asesinato de los seis hombres, alegando que éstos abusaron sexualmente con fuerza cuando trabajaba como prostituta de la carretera, por ello los mató en defensa propia. La sentencia del juicio la condenaba a muerte.
Cabe señalar que dos semanas después de su detención, Aileen y su abogado ya habían vendido las derechos de su historia para llevarla al cine. Víctimas
Richard Mallory, 51 años, dueño de una tienda de electrónica de Clearwater. El 1 de diciembre 1989, un diputado del condado de Volusia descubrió el vehículo abandonado de Richard Mallory. Su cuerpo fue encontrado el 13 de diciembre, a varias millas en una zona de selva. Mallory había sido tiroteado, pero dos balas al pulmón izquierdo fueron las que le causaron su muerte.
David, 43 años, trabajador de la construcción del jardín del invierno, su cuerpo fue encontrado el 1 de junio de 1990, a lo largo de la carretera 19 en el condado de la fruta cítrica. Su cuerpo estaba desnudo con seis balas en el torso.
Charles Carskaddon, 40 años, temporero del rodeo, su cuerpo se encontró el 6 de junio de 1990, en el condado de Pasco. El forense encontró nueve balas de calibre pequeño en su pecho y abdomen.
Troy Burress, 50 años, vendedor de salchichas de Ocala, desapareció el 31 de julio de 1990. El 4 de agosto de 1990 la policía encontró el cuerpo en una zona de selva en el condado de Marion. El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición pero se evidenciaba que había muerto por dos balazos.
Charles "Dick" Humphreys, 56 años, jubilado de la fuerza aérea, su cuerpo apareció en el condado de Marion el 12 de septiembre de 1990 con seis balas en la cabeza y el torso.
Walter Jeno Antonio, 62 años, su cuerpo se encontró el 19 de noviembre de 1990 cerca de un camino del condado de Dixie. Su cuerpo estaba mediodesnudo, y le habían tiroteado cuatro veces en la nuca y cabeza.
Peter Siems, 65 años. En junio de 1990, Peter Siems salió de Florida, dirigiéndose hacia Nueva Jersey. La policía encontró su coche el 4 de julio de 1990. Los testigos identificaron a Tyria Moore y Aileen Wuornos como las dos personas vistas el dejar el coche donde fue encontrado en última instancia. Una impresión de la palma de la mano en la puerta del coche condució a inculpar a Aileen. El cuerpo de Siems nunca apareció.
La vida de Aileen ha sido llevada al cine recientemente bajo el título de “Monster”.
* El Asesino del Zodiaco. Hace más de 30 años, el asesino del zodiaco frecuentó el área de la bahía de San Francisco cometiendo asesinatos al parecer al azar. A pesar de décadas de investigación por las cuatro fuerzas policiales, el Ministerio de Justicia de California, el servicio postal de los E.E.U.U., y el FBI, las autoridades nunca han identificado al autor de las matanzas. El asesino del zodiaco se ha ligado a siete asesinatos conocidos. Cada uno de éstos fue seguido por cartas enviadas por el autor de los asesinatos a los periódicos locales donde detallaba los crímenes, con apuntes que sólo el asesino podía saber.
Estas cartas fueron enviadas entre 1966 y 1974, comenzaron generalmente con el saludo: "éste es el zodiaco que habla" y fue firmado con lo que se ha convertido la insignia de los asesinos del zodiaco... una cruz dentro de un círculo.
Una carta enviada a la prensa local declaró que Cheri "no es la primera y no será la última" . "Habrá más."
El 20 de diciembre de 1968, David Faraday,de 17 años y Betty Lou Jensen, de 16 fueron encontrados en un camino rural al este de Vallejo en California. Un pistolero de noche los encontró allí y mató a ambos adolescentes, a David le habían pegado un tiro en la cabeza y Betty Lou apareció a pocos metros con cinco tiros en la espalda con una pistola automática del calibre 22.
El 4 de julio de 1969, Michael Mageau, de 19 años y Darlene Ferrin,de 22, conducían de noche en la ciudad. Michael creyó que alguien los estaba persiguiendo pero Darlene reconoció al motorista y le dijo "no te preocupes."
Pero en mitad de la noche, fueron atacados cuando un vehículo familiar se les acercó abriendo fuego con una pistola de 9mm. Disparó cuatro veces, Michael sobrevivió; Darlene, con nueve heridas, murió camino del hospital. Cuarenta minutos después, un policía local recibió una llamada anónima, informándole del asesinato. Antes de colgar, dijo: "también maté a esos cabritos el año pasado." Los amigos y parientes recordaron que Darlene Ferrin había estado sufriendo el hostigamiento con llamadas telefónicas anónimas y las visitas de intimidación de un extranjero semanas antes de su muerte. Darlene dijo que se llamaba Paul quien le dijo que iba a acabar con ella pues había sido testigo de un asesinato. La policía buscó a "Paul" pero nunca fue localizado ni identificado.
El 31 de julio de 1969, el asesino envió cartas a tres periódicos de la bahía, cada uno contenía una mitad de una cifra secreta. El mensaje decía "Es un placer matar a la gente, es más, me divierte." El autor explicaba que matar requería un gran esfuerzo, se trataba de "recoger esclavos," quienes le servirían en la vida futura. Otra correspondencia enviada el 7 de agosto, introdujo el nombre del "zodiaco" y con los detalles del último asesinato.
El 27 de septiembre, Bryan Hartnell y Cecilia, ambos de 20 años, gozaban de una apacible comida campestre en el lago Berryessa cuando fueron atacados por un pistolero encapuchado. Apuntándolos con una pistola, el extranjero se describió como un presidiario que se había escapado y necesitaba su coche para "ir a México." Apuñaló a Bryan cinco veces y a Cecilia 14 veces. El asesino se detuvo en el coche de Bryan y escribió en la puerta: 12-20-1968 y 7-4-1969
Una llamada telefónica puso en alerta a la policia sobre brutal crimen pero un pescador ya había descubierto a las víctimas.
El 11 de octubre dispararon a Paul Stine, taxista de San Francisco con una pistola automática de 9mm. Los testigos vieron como el pistolero se escapó corriendo. En la estela del asesinato de Stine, el asesino del zodiaco lanzó una nueva carta así como un trozo de la camisa del taxista. También hizo llamadas telefónicas a la policía de Oakland amenazando "atacar a un autobús escolar", también aseguró cambiar su método de "recoger almas": "parecerán los robos rutinarios, matanzas en cólera, y algunas simularán suicidios".
En 1970, Kathleen Johns conducía con su hija cerca de California, cuando un motorista se acercó para decirle que un neumático posterior de su coche estaba deshinchado, el motorista le ayudó pero cuando retomó la marcha, la rueda se cayó. Su benefactor le ofreció llevarlas al taller más cercano, cogiendo a Kathleen en una impulsión sin rumbo a través del campo, amenazando su vida y la de su niña.
Nueve cartas más fueron recibidas del asesino del zodiaco entre abril 1970 y 1971. Hasta hoy, el caso sigue ABIERTO.
* David Berkowitz. Fue uno de tantos niños casi abandonados a su suerte cuando era pequeño, pero la mente de Berkowitz no pudo asimilar tanta soledad y tantos problemas y ya en su adolescencia comenzaron sus desdoblamientos (doble personalidad).
Nunca se adaptó a la vida y a la sociedad, y a los 23 años se compró un revólver y comenzó a matar. Sus asesinatos sembraron el terror en Nueva York, y entre 1976 y el año siguiente, Berkowitz asesinó a seis personas y consiguió herir a otras siete.
David asesinaba sin razones, lo hacía a diestra y siniestra, sin importarle si quien moría con las balas que disparaba era negro o blanco, hombre o mujer, joven o viejo. La popularidad se le subió a la cabeza y terminó convirtiéndose en su propio personaje.
Pero o bien era un chapucero o bien, en el fondo, deseaba que le pararan, pues terminó dejando pistas para la policía: una nota donde se atribuye ser hijo de Sam, el hombre que le
"ordena" que asesina.
No contento con ello, envía una carta al periódico del New York Daily News que se encargaba de su caso, y en ella le agradece su atención y le promete que tendrá más de qué hablar.
En el verano de 1977 se acaba su suerte: tras disparar a una pareja joven huye, pero alguien le ve y lo identifica. En agosto, el mes siguiente, fue arrestado.
Buscando la libertad alega que escucha la voz de un demonio reencarnado en "Sam", el perro de su vecina, que le da órdenes para que mate a quien se ponga en su camino. Los psiquiatras le encontraron esquizofrénico paranoide con una personalidad antisocial, y le condenaron a cadena perpetua.
Aunque la película no versa sobre él, sí que aparece como trasfondo: les hablo de "Summer of Sam", producción que realizó Spike Lee con John Leguizamo y Mira Sorvino como protagonistas. Allí puede verse a Berkowitz escuchando al perro del vecino.
* Belle Gunnes. Esta mujer de aspecto apacible se ganó a pulso la reputación de ser la asesina más peligrosa de los Estados Unidos...
Nació en 1859 en Trondhjem, Noruega, en dónde vivió hasta el año 1883, en el cual se fue a Chicago, y se casó al poco tiempo.
Ocho años después de la boda, en 1900, muere su marido, Max Sorensen, dejándole en herencia la bonita suma de 100 dólares del seguro, además de la suma conseguida por la venta de la granja en dónde residían. Con esa honorable cantidad, Belle se agencia una pensión, con tan mala suerte que se incendia al poco tiempo, dejando a la "pobre" viuda con el único consuelo de la póliza de seguros que había tomado la precaución de contratar.
Lejos de mostrar resentimiento alguno, con una iniciativa digna de admiración, invierte todo el dinero en una pastelería, negocio próspero... hasta que de nuevo el fuego lo consume en una sola noche.
Como la compañía aseguradora estaba sospechando que los incendios fuesen provocados, la viuda cambia de aires y decide instalarse en el Este. Se va a Indiana, en dónde se casa por segunda vez con el hombre que le cedería su apellido: Peter Gunness.
Como no es de extrañar en los matrimonios dónde anda de por medio una "viuda negra", Peter no vivió mucho tiempo después de casado. Sufrió un extraño contratiempo al resbalar "accidentalmente" en un estanque y propinarse un golpe mortal en la cabeza. La viuda Gunness no pudo sino disfrutar del dinero del seguro de su marido.
Después de ésta "tragedia" y cansada de estafar las aseguradoras con los incendios, decide probar otros métodos para conseguir dinero fácilmente, como poner anuncios en la sección de contactos de los periódicos. El matrimonio sí que podía llegar a ser dinero fácil, ya lo había comprobado...
"Viuda rica, atractiva, joven, propietaria de una granja, desea entrar en contacto con caballero acomodado de gustos cultivados con el objeto de contraer matrimonio".
A este anuncio contestaron cantidad de pretendientes, y finalmente, entre la gran variedad de cartas que recibió en respuesta, seleccionó algunos que le parecieron más adecuados. Les envió a cada uno una carta idéntica en tono abiertamente comercial describiéndole sus posesiones:
"Su respuesta me ha llenado de alegría, pues tengo la seguridad de que es el hombre ideal para mí. Estoy convencida de que sabrá hacer que tanto yo como mis niños seamos felices, y que puedo confiarle cuanto poseo en este mundo. Pero voy a ser sincera con usted y le describiré mi situación actual. No debe haber engaños ni disimulos por cualquiera de las dos partes. En la granja hay setenta y cinco acres de tierra y la cosecha es muy variada. Todo esto ya está casi pagado. Tengo tres hijos pequeños, dos niñas y un niño. Perdí a mi esposo en un accidente hace cinco años... y he descubierto que ocuparme de la granja y cuidar de los niños queda más allá de mis fuerzas. Mi idea es encontrar un compañero a quién pueda confiárselo todo... He decidido que cada candidato que ha merecido mi consideración favorable debe hacer un depósito satisfactorio en efectivo o acciones.
Creo que es la mejor forma de mantener alejados a los timadores que siempre andan buscando una oportunidad de ganar dinero fácil. Valgo un mínimo de 20.000 dólares, y si usted puede traer consigo la suma de 5.000 dólares para demostrar que se toma el asunto en serio, hablaremos del futuro."
No se sabe a ciencia cierta cuantos hombres respondieron a las cartas y llamaron a la puerta de Belle, aunque se estiman más de catorce, pero lo que sí es seguro es que ninguno de ellos vivió para contarlo.
Este juego mortal iba de maravilla para la viuda Gunness, hasta que un descuido acabó con todo. A pesar de que trataba de elegir siempre aquellos candidatos que no tuviesen amigos íntimos o familia, cuando contactó con Andrew Holdgren no se dio cuenta que éste tenía un hermano, por encima, muy curioso...
Habían pasado varios meses desde que Andrew se había marchado hacia Indiana, y como éste todavía no había dado señales de vida su hermano decidió escribir una carta a Belle, la "prometida", pidiéndole alguna noticia. En respuesta obtuvo una carta desesperada de la mujer:
"Haría cualquier cosa por encontrarle. Salió de mi casa un día de enero y daba la impresión de ser muy feliz, pero no he vuelto a verle desde entonces... iría hasta el fin del mundo para reunirme con él..."
El 28 de abril de 1908 la mala suerte llamó de nuevo a la puerta de la mujer. Un gran fuego hizo arder la granja hasta los cimientos... y el misterio de todo es que ella no vivió para contarlo.
Cuando llegó la policía encontró cuatro cuerpos calcinados: el mayor fue identificado como perteneciente a Belle, y los tres pequeños, a sus hijos.
Un mes después comparecía ante un jurado por cuatro cargos de asesinato e incendio premeditado Roy Lamphere, uno de los amantes de Belle, y empleado ocasional en las tareas de la granja. Finalmente sólo fue acusado por el incendio, y pasó 21 años en prisión.
Mientras, los investigadores continuaron su tarea en la granja. A los pocos días hallaron el cuerpo desmembrado de Andrew Holdgren envuelto en una tela más nueve cadáveres más, todos ellos despedazados y envueltos en sus respectivas telas.
Lo cierto es que los crímenes aportaron numerosos quebraderos de cabeza a las autoridades. Nunca pudieron desvelar el enigma de los crímenes... ¿Quién era el verdadero asesino, Belle Gunness o Roy Lamphere? ¿Estaba realmente muerta la viuda o había escapado al incendio?.
Por si esas dudas fuesen poco, la policía cometió un grave error por el que fue criticada durante mucho tiempo: en una ocasión detuvieron erróneamente a dos mujeres inocentes en un tren, creyendo que eran Belle y su madre.
Años más tarde, mientras miles de curiosos seguían visitando la granja como si de un espectáculo morboso se tratase, el amante de Belle acusado de incendio confesó los crímenes de la viuda y cómo él mismo le había ayudado a ocultar varios cadáveres. También reveló que el cuerpo calcinado que creían que correspondía al de Belle Gunness, en realidad no pertenecía a ella, sino al de una vagabunda que había sido atraída a la granja.
No obstante, hoy en día gracias a la medicina y a la antropología forense sí se sabe a ciencia cierta que el cadáver pertenecía a Belle. Pero entonces, ¿Por qué habría mentido el hombre? ¿Qué otras mentiras habrá contado a la policía? ¿Realmente provocó el acusado el terrible incendio?, ¿Para que? ¿Lo habrá provocado Belle Gunness para suicidarse dentro o querría haber hecho una tentativa de fraude a una compañía para cobrar otro seguro?... quién sabe...
* Edmund Emil Kemper "El gigante". Edmund Emil Kemper nació el 18 de diciembre de 1948 en California. Como la mayoría de los asesinos recurrentes, se crió en el seno de una familia conflictiva cuyos padres reñían constantemente y que con el tiempo terminarían divorciándose.
Cuando su madre lo manda a vivir a la granja de sus abuelos paternos, el joven Ed se va volviendo tímido y se aísla cada vez más, soñando con vengarse e imaginando juegos mórbidos en los cuales tienen un papel esencial la muerte y la mutilación. Nadie toma en serio sus fantasías morbosas, ni siquiera cuando a los ocho años juega a la silla eléctrica o a la cámara de gas con sus hermanos, desempeñando el papel de víctima mientras los otros hacían de verdugos y lo ejecutaban. Fascinado por las guillotinas, decapita y mutila las muñecas de su hermana.
Es incapaz de expresar cualquier sentimiento de afecto y sus compañeros evitan su presencia, pues les asusta la manera en la que Kemper les mira fijamente, sin pronunciar palabra.
A los 13 años mata al gato de la familia a machetazos. Le corta el cráneo con cuidado para exponer el cerebro y luego lo apuñala numerosas veces. Su madre descubre los restos del animal en el armario.
Cuando tenía 15 años, dispara contra su abuela con un rifle del calibre 22 y luego la apuñala una y otra vez para desahogar su ira, porque según él, era más estricta y le imponía más castigos que su propia madre. Después le pegó un tiro a su abuelo y dejó el cadáver tendido en el jardín. Tras estos crímenes, llama a su madre avergonzado para decirle: "La abuela ha muerto. El abuelo también".
Mientras era detenido por la policía, le preguntan porqué lo había hecho, a lo que Ed respondió: "Me preguntaba que se siente al disparar sobre una abuela..."
Las autoridades lo internan entonces en una institución para enfermos mentales, y pese a la oposición de los psiquiatras, lo sueltan cuando tenía 21 años, para ponerlo de nuevo al cuidado de su madre. Por aquel entonces ya medía 2,05 metros de estatura y pesaba unos 135 kilos.
En mayo de 1972 recogió en su coche a dos autoestopistas de 18 años, las llevó a un sitio apartado y allí las mató a puñaladas. Luego, trasladó los cuerpos a casa de su madre, les sacó fotografías con una Polaroid, los descuartizó y les cortó la cabeza para enterrar posteriormente los restos en un cerro de las inmediaciones
El "gigante asesino" no elegía sus víctimas al azar, las somete a un cuestionario escrupuloso preparando con anterioridad una lista de características físicas y morales de sus futuras víctimas. Es absolutamente necesario que corresponda a la imagen que tiene de las estudiantes que su madre le había prohibido frecuentar.
Cuatro meses después mata a otra joven de quince años de una manera similar, recogiéndola cuando hacía autostop, estrangulándola, violando el cadáver y llevándoselo a casa. Mientras se entregaba a esta orgía criminal acudió a una de las evaluaciones psiquiátricas a las que debía someterse con regularidad, y fingió tal lucidez que según los peritos que lo examinaron, ya no representaba una amenaza para sí mismo ni para los demás. Ese día llevaba en el maletero de su coche la cabeza decapitada de su víctima más reciente...
"Esas chicas son lo bastante mayorcitas como para saber lo que hacen, y sobre todo, lo que no hay que hacer, como es el autostop. Me desafían por el hecho de otorgarse el derecho de hacer lo que les venga en gana. Eso es lo que me molesta: se sienten seguras en una ciudad en la que yo no lo estoy.
* Charles Milles Manson es un brutal asesino estadounidense que nació en 1934. Tras una juventud entrando y saliendo de la cárcel por robos de coches y fraude, fundó un grupo que perpetró varios asesinatos: “la Familia”.
Manson, que se autodenominaba Satán predicaba su propia doctrina, una mezcla de conceptos orientalistas y una reinterpretación de la Biblia. Según él, el Juicio Final había llegado. La población negra aniquilaría a la raza blanca, pero un grupo de elegidos, su “familia” se salvaría para reinstaurar el nuevo orden.
La noche del 8 de agosto de 1969, Charles Watson, Patricia Krenwinkel y Susan Atkins, entraron en la casa de Roman Polanksi, California, y las mujeres de mansonlas mujeres de Manson mataron salvajemente a todas las personas que estaban allí, incluida Sharon Tate a la que cortaron sus pechos y dejaron que muriera, la mujer de Roman Polanski estaba embarazada.
La noche siguiente, Manson entró en la casa del empresario Leno LaBianca y su mujer Rosemary en las afueras de Los Angeles. Tras haberles dicho que no se les haría daño, los ató y dejó entrar a Tex, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten, quienes mataron a la pareja.
Manson fue sentenciado por conspiración el 25 de enero de 1971 y, el 29 de marzo del mismo año, a pena de muerte. Esta sentencia fue más tarde cambiada a cadena perpetua después de que la Corte Suprema aboliera la pena de muerte en California y otros estados americanos. Manson sigue preso y todas sus solicitudes de libertad condicional han sido rechazadas.
Las especulaciones llegaron a insinuar que fue el Diablo utilizando a Manson de hilo conductor, quien estaba castigando a Polanski por su éxito cinematográfico "La semilla del diablo" (Rosemary's baby), donde se suponía había desvelado que el culto a Satán existía realmente en nuestro planeta.
No se sabe si estaba poseido por el diablo, pero Manson sin duda estaba invadido, por lo menos, por una gran locura. Conoce más sobre uno de los asesinos más famosos de la historia.
* Barba Azul. Según dicen, Gilles de Laval era un joven elegante. Había recibido una gran formación intelectual y militar que lo llevó a tomar lugar al lado de Juana de Arco como primer teniente a favor de su amigo el rey Carlos VII. Los registros indican que Gilles se casó a los 16 años con su prima, Catalina de Thouars. Ambos eran inmensamente ricos. Su conducta por esos días era normal. Hasta que la santa Inquisición mandó a quemar en la hoguera a Juana de Arco.
Tras haber perdido a la mujer que idolatraba en secreto, Gilles se separó de su esposa y se encerró en su castillo, negándose a tener contactos sexuales con ninguna mujer.
A partir de entonces comenzó a cometer crímenes y sacrilegios contra la Iglesia, pues trataba de desafiar a Dios por haber permitido que Juana fuese torturada y quemada.
Para divertirse, organizaba en sus castillos lujosísimas fiestas y representaciones teatrales que eran conocidas en toda Europa, pero sus excesivos gastos pronto empezaron a menguar su fortuna y se vio obligado a vender varias de sus propiedades. Preocupado por tales pérdidas, Gilles se fue aficionando a la alquimia e hizo que se instalase un laboratorio en un ala del castillo, donde trabajaba sin apenas dormir buscando la piedra filosofal, capaz, según la tradición esotérica, de transformar los metales en oro. Gilles vendió su alma al diablo y, preso de la locura, se convirtió en un asesino serial.
Hacía entrar en su castillo a algunos de los niños mendigos que pedían limosna frente al puente levadizo, que eran retenidos contra su voluntad.
* Luis Alfredo Garavito Cubillos, LA BESTIA, el 30 de octubre de 1999, confesó haber matado a 142 niños de los cuales sólo se han encontrado los restos de 114. Los cadáveres mutilados de las víctimas se descubrieron en una zona de 60 poblaciones de unas 11 provincias colombianas. La mayoría de los cuerpos fueron decapitados, apuñalados, atados y violados brutalmente.
Luis Alfredo Garavito nació en Génova, Quindío, el 25 de enero de 1957. Es el mayor de siete hermanos y durante su infancia vivió la falta de afecto y el maltrato físico por parte de su padre. Según su testimonio fue víctima de abuso sexual. A sus 44 años, fue declarado por los investigadores y jueces como un asesino en serie. Hace dos años cuando fue capturado confesó ser el autor de la muerte de 140 niños en distintas regiones del país, pero a la fecha la Fiscalía lo investiga por el homicidio de 172 niños en su paso por 59 municipios del país.
En repetidas ocasiones, Garavito Cubillos se hacía pasar por vendedor ambulante, monje, indigente, discapacitado y representante de fundaciones ficticias en favor de niños y ancianos era conocido también como “Alfredo Salazar”, “El Loco”, “Tribilín”, “Conflicto” y “El Cura”.
Las víctimas de Garavito eran niños entre los 6 y los 16 años, de bajo estrato económico. Los abordaba en los parques infantiles, canchas deportivas, terminales de buses, plazas de mercado y barrios pobres. Según lo establecido les ofrecía dinero y los invitaba a caminar hasta cuando los menores se cansaban y eran atacados en sitios despoblados.
De acuerdo con la investigación, en esos lugares los cuerpos sin vida de los menores fueron encontrados degollados, mutilados y con señales de haber sido amarrados. En las residencias de su compañera y de una amiga en Pereira se encontraron objetos similares a los hallados en los sitios de los crímenes y publicaciones periodísticas en las cuales se reseñaba el estado de las investigaciones por desapariciones y homicidios de niños en el país.
El 24 de junio de 1998 los cuerpos de tres niños de 9, 12 y 13 años fueron hallados sin vida en la finca La Merced, en Génova (Quindío), con evidentes signos de tortura y desmembración de algunas de sus extremidades. Los menores fueron vistos por última vez cinco días antes en el parque central del municipio en compañía de un adulto, quien al parecer les ofreció dos mil pesos a cada uno para que le ayudaran a buscar una res en fincas cercanas a Génova.
En un comienzo se orientó la investigación hacia la prostitución infantil, el satanismo, el tráfico de órganos y pedofilia. Con base en un cruce de información entre el CTI de Tunja, Armenia y Pereira se logró establecer que los casos de desaparición de menores en esas ciudades guardaban similitud, ante lo que se conformó un álbum con 25 fotografías de posibles sospechosos.
Mediante el cruce de información entre los diferentes equipos investigativos, se estableció que una de las fotografías del álbum con el nombre de Bonifacio Morera Lizcano correspondía a Luis Alfredo Garavito Cubillos, persona sobre quien pesaba una orden de captura de la Fiscalía 17 Especializada de Tunja por el homicidio de un niño de 12 años de edad.
El 22 de abril de 1999, miembros del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía capturaron en Villavicencio a Luis Alfredo Garavito Cubillos, en momentos que intentaba agredir sexualmente a un menor. Su plena identificación se logró mediante cotejo dactiloscópico.
Gracias a las pruebas recogidas por la Fiscalía y a su propia confesión, Garavito Cubillos resultó ser el responsable no sólo de la muerte del menor de Tunja sino también del homicidio de los tres niños de Génova y de otros 172 crímenes cometidos contra menores en 11 departamentos del país, entre 1992 y 1998.
De los 172 casos judicializados, 138 tienen fallo condenatorio, 32 están en instrucción, uno en apelación y uno está para sentencia. Las condenas suman 1.853 años y nueve días.
Con este caso, la Fiscalía General de la Nación sentó un precedente en el campo de la investigación criminal con la individualización y condena a quien organismos judiciales internacionales consideran el segundo homicida en serie del mundo.
* El estrangulador de Boston - Albert de Salvo. Albert de Salvo, más conocido como El estrangulador de Boston. Entre el 14 de junio de 1962 y el 4 de enero de 1964, se cometieron trece asesinatos por estrangulamiento en la ciudad de Boston. Las víctimas, todas mujeres, casi siempre mostraban haber sido violadas reiteradamente. Seis de entre ellas tenían entre 55 y 75 años. Las otras cinco tenían entre 19 y 23. Además, existen otras dos víctimas de 85 y 69 años de edad, pero no se ha podido demostrar que haya sido el mismo asesino. La primera de una larga serie de víctimas sería Anna Slesers, de 55 años. Fue hallada por su hijo, estrangulada con el cordón de su bata. Su vagina mostraba evidencias de un ataque sexual con un objeto desconocido. Su apartamento mostraba indicios de haber sido saqueado... o más bien como si el agresor se hubiese esforzado en hacer que la escena pareciese de un robo...
A las dos semanas fue asesinada Nina Nichols, de 68 años. La mujer había sido estrangulada con sus medias y tenía síntomas de haber sido asaltada sexualmente. El lugar del crimen presentaba un aspecto similar al de la primera víctima: cada cajón estaba revuelto y todas las cosas esparcidas por el suelo a modo de robo, pero la Policía encontró varios dólares y algunos objetos de valor en el suelo, que el "ladrón" no se había molestado en llevar. Ese muy mismo día, a unas quince millas, Helen Blake, de 65 años, encontró una muerte similar. Su apartamento también había sido "saqueado".
La policía hizo sonar la alarma advirtiendo a todas las mujeres en el área de Boston a cerrar con llave todas sus puertas y ser extremadamente cautas con los extraños, mientras se daba comienzo a una dura investigación.
Los detectives bostonianos comenzaron a interrogar a todos los hombres con antecedentes en el ámbito sexual: exhibicionistas, violadores, agresores, mirones...
Lo que buscaban era una persona con trastornos mentales, posiblemente con un complejo de Edipo o que odiase a su madre (o a su mujer), y que por sus agresiones a hembras de edad considerada tratase de borrar la imagen de esa madre temida.
Mientras la investigación se llevaba a cabo, siguieron apareciendo más cadáveres, todos ellos extrangulados y con salvajes muestras de violación. Pero no todas las víctimas eran mujeres blancas de edad avanzada. Las siguientes víctimas eran estudiantes de 20 y 30 años, entre las cuales también se hallaba una chica de color. En esta ocasión, el asesino dejó restos de semen en una alfombra cerca del cuerpo, y una vecina afirmó haber visto un hombre extraño en el edificio, que describió así: de unos 30 años, estatura media, pelo ondulado, chaqueta oscura y pantalón verde oscuro de trabajo.
No mucho después, la policía encontró un nuevo cadáver con 22 puñaladas, además del estrangulamiento típico, pero no mostraba signos de violación. El cuchillo de la agresión fue hallado en la cocina.
Los meses pasaban y la policía de Boston comenzaba a desesperarse. El asesino no dejaba pistas considerables para poder atraparle, y las mujeres seguían abriendo las puertas de sus casas a desconocidos a pesar de las advertencias de los agentes.
El Fiscal General de Boston (USA), incluso acudió a Peter Hurkos, un sensitivo con capacidades de videncia, en 1961, para pedir su colaboración en la búsqueda del estrangulador de Boston. Para cuando Hurkos se unió a la policía, "el estrangulador" ya se había cobrado 11 de sus 13 víctimas.
La policía entregó al "detective psíquico" las medias y pañuelos –con doble nudo- que "El estrangulador" utilizaba para asesinar a sus víctimas, con los que llegaba a acostarse toda la noche para "impregnarse de su energía". Además facilitaron a Hurkos más de 300 fotografias de las víctimas y el lugar de los crímenes. En honor a la verdad debemos reconocer que Hurkos consiguió sorprender a los agentes, al facilitar datos concretos sobre algunos de los crímenes, que no se habían filtrado a la prensa ni –teóricamente- Hurkos podía conocer. De hecho Hurkos tocaba las fotografías por el reverso, y era capaz de describir las escenas que recogían sin verlas. Más aún, llegó a identificar una foto que no tenía relación con el caso, y que la policía había colocado entre las demás para sondear la autenticidad o falsedad de sus poderes. Así que, tras ganarse la confianza de los investigadores, no les faltó tiempo para proceder a una detención cuando el vidente apuntó a un fetichista, Thomas O´Brian, como el presunto homicida múltiple... No deja de ser interesante, desde el punto de vista criminológico, que la policía se decida a ejecutar una detención basada en el testimonio de un vidente... Esto es relativamente compresible si analizamos en detalle el informe de Hurkos sobre O`Brian (en realidad un nombre falso facilitado por la policía para proteger la identidad del detenido).
Es cierto que los datos aportados por Hurkos sobre Thomas O´Brian resultaron absolutamente precisos. Lamentablemente no se trataba del asesino. Al menos no para la policía de Boston.
Un día, una mujer dio la alertó a la policía que patrullaba por una de las calles bostonianas. Un hombre acababa de entrar en su casa y al ver que su marido también se encontraba allí, había huído corriendo. La descripción coincidía con el hombre que buscaban, y al poco tiempo Albert DeSalvo, El Estrangulador de Boston, fue detenido.
DeSalvo era un hombre de 29 años, casado, con dos hijos y trabajaba como empleado en una fábrica de caucho. Nació en Chelsea, Massachusetts, el 3 de septiembre de 1931. Sus padres, Frank y Charlotte tenían cinco otros niños. Su padre era un hombre gravemente abusivo que regularmente pegó a su esposa y niños. Pronto Albert se convirtió en un pequeño delincuente, y fu arrestado más de una vez.
Su madre volvió a casarse y prefirió dejar al joven delincuente de lado para no tener problemas en su nueva relación. Cuando estuvo en edad, Albert se alistó en el ejército, y en Alemania conoció a su esposa, Irmgard Beck, una mujer atractiva de una familia respetable.
Cuando tuvieron su primer hijo, la mujer tuvo tantos problemas en el parto que le aterraban las relaciones sexuales, cosa que enojaba a DeSalvo, cuyo apetito sexual era anormalmente voraz y solicitaba sexo muchas veces al día(algunos días incluso 5 o 6 veces).
Confesó que no recordaba haber cometido ningún crimen, que sólo recordaba como iba a trabajar y volvía rápidamente a casa para jugar con sus hijos antes de que fueran a dormir. Además, se sentía muy disgustado por los crímenes que le contaba la policía.
Un psiquiatra que colaboraba con la policía, James A. Brussels, llegó a hablar de personalidad múltiple, para luego determinar que era muy extraño que DeSalvo, si tenía personalidad múltiple no las mostrase en el curso de los exámenes psiquiátricos. Concluyó que en su caso, la causa de perturbación que le llevaba a olvidar lo que había hecho anteriormente era sin duda debido a una esquizofrenia. No un desdoblamiento, pero sí una ruptura de la personalidad. DeSalvo fue considerado demente, pero fue condenado a cadena perpetua en 1966. En el psiquiátrico penitenciario murió apuñalado por un compañero de celda en 1973.
* Tal y como dice la cancioncilla infantil… Lizzie Borden cogió un hacha y le dio cuarenta hachazos a su madre. Cuando vio lo que había hecho
le dio cuarenta y uno a su padre. El 4 de agosto de 1892, un rico e influyente hombre de negocios y su esposa fueron salvajemente asesinados en su hogar de Massachuttes, Estados Unidos. El crimen causó una gran conmoción, sobre todo cuando la principal sospechosa resultó ser la propia hija. Es sin duda una de las más conocidas asesinas de la historia, sin duda por lo violento que resultaron los crímenes y el inquietante juicio que se llevó a cabo. Tanto a Lizzie Borden como su hermana Emma les resultaba insoportable la presencia de la mujer que se había casado con su padre tras la muerte de su madre, hasta tal punto que a menudo comían en sus habitaciones sin acompañar a sus padres en la mesa. Y cuanto más tiempo pasaba, más resentidas se mostraban. El 4 de agosto de 1892, Emma se había ido a casa de una amiga, y sólo Lizzie bajó a reunirse con la criada, quién estaba preparando café. Alrededor de las 11 de la mañana la mayor de las Borden descubrió el cadáver de su padre, quien había recibido once hachazos en el cráneo mientras dormía en el sofá. La criada la oyó gritar: "¡Bridget, rápido, baja! ¡Padre está muerto! ¡Alguien ha entrado y lo ha matado! Deben haberlo hecho mientras yo estaba en el establo...
Cuando llegó el médico forense, subieron para avisar a la madrastra, y una vez arriba, descubrieron que ésta también había muerto, con veintiún hachazos en la cabeza. El cadáver, medio oculto tras la cama, estaba ya frío y con la sangre coagulada. Era obvio que había muerto antes que el señor Borden. En el sótano del piso la policía descubrió cuatro hachas y una azada, esta última cubierta por ceniza de carbón recién aplicada.
Dos días después se celebró el funeral y los cadáveres fueron incinerados exceptuando las cabezas, que fueron conservadas para seguir la investigación policial. La criada, ante el temor de que un loco asesino con un hacha anduviese suelto, se fue a dormir los días siguientes a casa de una vecina.
La puerta principal estaba cerrada con llave y la casa estaba rodeada por una alta cerca de alambre de espino, por lo que los únicos sospechosos eran las cuatro personas que vivían en la casa.
Como dos de ellos no se encontraban en el lugar en el momento del crimen, solo quedaban como posibles asesinas Lizzie Borden, la hija mayor de cuarenta años, y Bridget Sullivan, la criada.
Aunque Lizzie aseguró haber oído un gemido mientras se encontraba en el exterior de la casa y que el intruso había tenido que entrar por la cocina mientras estaba el establo, nadie pudo confirmarlo.
El doble asesinato conmocionó la pequeña y próspera ciudad de Falls Rivers, Massachusetts, y en la prensa se publicó un anuncio ofreciendo 5.000 dólares a quién proporcionase información sobre el asesino. Las sospechas de la policía recaían gravemente sobre Lizzie, y fue detenida el 11 de agosto aunque ésta se declarase no culpable.
El 25 de agosto, tras la audiencia preliminar, el juez la dejó en libertad sin fianza hasta su presentación al Gran Jurado en noviembre. Tras la detención, la prensa la pintó como una heroína y mártir. Todos creían en su inocencia.
Un año después, en el juicio, el público la saludó y vitoreó. Se había convertido en un ídolo. De todos lados le llegaban felicitaciones, y era la estrella de las portadas de los periódicos. Hasta la Iglesia estaba a su favor.
Si bien todas las pruebas apuntaban hacia Lizzie, y 21 de los miembros del jurado votaron a favor de acusarla de asesina, pero el tribunal estuvo presionado por el pueblo, que la consideraba inocente. El juicio fue el mayor acontecimiento de los medios de comunicación de la época. Se creó un enorme movimiento no sólo por los periódicos, sino también por las organizaciones religiosas, grupos femeninos, etc.
Ella era la única persona que había podido matar a sus padres. Tras salvarse de la pena de muerte, aprovechó los 250.000 dólares de la propiedad de su padre para comprar otra gran mansión en la que pasaría sus 34 años restantes.
Además, Lizzie tenía dos motivos, por un lado el dinero del padre, un hombre de mal carácter, estricto y avaro (tan estricto y sumamente protector, que las puertas interiores de la casa siempre estaban cerradas con pestillo y el señor Borden tenía a Lizzie como una niña pequeña. A sus cuarenta años, le estaba prohibido salir de casa para hablar con extraños), y por otro el rechazo hacia su madrastra, que al parecer era una mujer hipocondríaca muy posesiva y que no había acabado de encajar en aquel hogar.
Consideraba el amor de su padre hacia su madrastra como una amenaza directa para la futura herencia de la riqueza familiar en perjuicio de su hermana y ella misma. Al matar a su padre y a su madrastra, despejaba el camino de la herencia, que de este modo no tendrían que compartir con un elemento "extraño" de la familia. Si en verdad los asesinó, seguramente fue por conseguir lo que consideraba sus bienes y derechos.
De todos modos no prestó testimonio ante el juez, quien tampoco aceptó el testimonio de un vendedor que afirmó el doble intento de Lizzie por comprarle ácido prúsico, pues la acusada alegó que lo utilizaba como antipolillas. La defensa se aferró a la ausencia de sangre en sus ropas, sin darse cuenta que la mujer pudo haber cambiado de ropas entre que los mató y "descubrió" los cadáveres. Tampoco tuvieron en cuenta el testimonio de la criada afirmando que el domingo posterior a los crímenes, Lizzie estuvo quemando un vestido nuevo que estaba manchado "con pintura", "para ordenar un poco el guardarropa", según ella misma.
Tampoco era cierto que en el momento de los hechos, Lizzie estuviese en los establos, pues el calor que solía hacer allí dentro no se soportaba muchos minutos, ni tampoco había polvo de pisadas en los tablones. Y por último, los periódicos informaron, poco antes del juicio, que se había hallado otro cadáver en Falls River, muerto de manera idéntica a los otros dos...
A pesar de todo eso, curiosamente la mujer fue absuelta. En Massachusetts todavía reinaban prejuicios contra la ejecución de mujeres, desde que se había ahorcado, años antes, a una joven que resultó estar embarazada de cinco meses.
Cuando el portavoz del jurado pronunció el veredicto de "inocente", el público de la sala comenzó a aplaudir y a felicitar a la mujer, quién rompió a llorar pidiendo que se la llevara a casa.
* Anatoli Onoprienko - La Bestia de Zhitomir. ANATOLI ONOPRIENKO, más conocida como "La Bestia de Zhitomir" dijo las siguientes palabras: "No hay mejor asesino en el mundo que yo. No me arrepiento de nada, y, si pudiera,
sin duda volvería a hacerlo..."
El lunes 23 de noviembre de 1998, se iniciaba en la ciudad de Zhitomir (ex Unión Soviética), el juicio de un ucraniano acusado de haber asesinado a 52 personas, ante la celosa mirada de un público enloquecido que reclamaba la cabeza del acusado. Su calma contrastaba con la emoción de todos los presentes en la sala, en su mayoría jóvenes. Después de confesar en una declaración entregada a la prensa por su abogado antes de la apertura del juicio, que no se arrepentía de ninguno de los crímenes que había cometido, Anatoli Onoprienko respondía dócilmente a las preguntas del juez; reconoció haber asesinado a 42 adultos y 10 niños, entre 1989 y 1996.
La parte acusadora ha pedido la pena de muerte, cuyo mantenimiento apoyan tres de cada cuatro ucranianos, según las encuestas, pero el verdadero problema en este complicado juicio, es impedir que el público linche al acusado. Complicado por su envergadura y duración (más de 400 testigos y por lo menos tres meses de declaraciones por delante), por sus gastos, pero también por la tensión que se respira entre los familiares de las víctimas, obligados a pasar cada día por un arco detector de metales, algo no tan corriente en ese país, mientras el acusado, encerrado en una jaula metálica, está prudentemente separado de la ira del público...
Las autoridades le describen como el asesino más terrible de la historia en Ucrania y de la antigua Unión Soviética, mientras que las familias de las numerosas víctimas lo califican de "animal", "ser monstruoso" y "bestia demoníaca".
Los hechos se producían entre octubre de 1995 y marzo de 1996. En aquellos seis meses, la región de Zhitomir vivió aterrorizada por una serie de 43 asesinatos que Onoprienko había ido sembrando. La Nochebuena de 1995 se produjo el ataque a la aislada vivienda de la familia Zaichenko. El padre, la madre y dos niños muertos y la casa incendiada para no dejar huellas fue el precio de un absurdo botín formado por un par de alianzas, un crucifijo de oro con cadena y dos pares de pendientes. Seis días después, la escena se repetía con otra familia de cuatro miembros. Víctimas de Onoprienko aparecieron también durante aquellos seis meses en las regiones de Odesa, Lvov y Dniepropetrovsk.
Estas matanzas incitaron a la segunda investigación delictiva más grande y complicada en la historia ucraniana (la primera había sido la de su compatriota Chikatilo). El gobierno ucraniano envió una buena parte de la Guardia Nacional con la misión de velar por la seguridad de los ciudadanos y, como si el despliegue de una división militar entera para combatir a un solo asesino no fuera bastante, más de 2000 investigadores de las policías federal y local. Los policías empezaron a buscar a un personaje itinerante y elaboraron una lista en la que figuraba un hombre que viajaba frecuentemente por el sudoeste de Ucrania para visitar a su novia.
Con la policía tras su pista, Onoprienko puso tierra de por medio en 1989 y abandonó el país ilegalmente para recorrer Austria, Francia, Grecia y Alemania, en dónde estaría seis meses arrestado por robo y luego sería expulsado.
De regreso a Ucrania sumó a los nueve otros 43 asesinatos, y poco después, ante las pruebas encontradas por los agentes en los apartamentos de su novia y su hermano (una pistola robada y 122 objetos pertenecientes a las víctimas), hallaron una razón para arrestarlo. Cuando la policía le pidió los documentos en la puerta de su casa, Onoprienko no les quiso facilitar la tarea, e hizo un esfuerzo vano por conseguir un arma y defenderse. Cuando los policías por fin lo detuvieron, Onoprienko se sentó silenciosamente cruzando los brazos y les dijo sonriendo: "Yo hablaré con un general, pero no con ustedes". Aun así, no le quedó más remedio que confesar sus crímenes y dejar que aquellos le arrestasen.
En su declaración al juez, aparecerían otros nueve cadáveres cosechados a partir de 1989 en compañía de un cómplice, Sergei Rogozin, (quien también comparecería en el juicio).
Anatoli Onoprienko siguió los pasos del legendario Andrei Chikatilo. Ambos mataron al mismo número de víctimas, pero son muy diferentes. Chikatilo, ejecutado en 1994, era un maniaco sexual. Sólo mataba mujeres y niños, cuyos cuerpos violaba y mutilaba. A veces se comía las vísceras. Nada de esto aparece en el expediente de Onoprienko, un ladrón que mataba para robar, con inusitada brutalidad y ligereza, pero sin las escenas del maniaco sexual. Onoprienko supera a Chikatilo por el corto periodo en que realizó su matanza: seis meses frente a doce años.
Cuando ejecutaba a sus víctimas, el asesino seguía un mismo ritual: elegía casas aisladas, mataba a los hombres con un arma de fuego y a las mujeres y a los niños con un cuchillo, un hacha o un martillo. No perdonaba a nadie, después de sus asesinatos cortaba los dedos de sus víctimas para sacarles los anillos, o a veces quemaba las casas. Incluso mató en su cuna a un bebé de tres meses, asfixiándolo con una almohada.
Onoprienko, de 39 años, estatura media, aspecto de deportista, racional, educado, elocuente, dotado de una excelente memoria y desprovisto de piedad. Soltero, padre de un niño, reconoció haber tenido una infancia muy difícil: su madre había muerto cuando él tenía 4 años, y su padre y su hermano mayor lo habían abandonado en un orfanato. De adulto, para ganarse la vida, se había embarcado como marino y había sido bombero en la ciudad de Dneprorudnoye (dónde su ficha laboral le describe como un hombre "duro, pero justo"). Luego había emigrado al extranjero para trabajar de obrero durante ese tiempo, pero confesó que su fuente primaria de ingreso era criminal: los robos y asaltos.
El peritaje médico lo ha calificado como perfectamente cuerdo que puede y debe asumir las consecuencias de sus actos. El mismo se define como un "ladrón" que mataba para robar: "Mataba para eliminar a todos los testigos de mis robos"
Por este motivo puede ser condenado a la pena capital por crímenes premeditados con circunstancias agravantes. El presidente ucraniano, Leonid Kuchma, dijo que dará explicaciones al Consejo de Europa para violar en este caso la moratoria de ejecución de la pena de muerte que su país mantiene desde marzo de 1997. Gracias al convenio con el Consejo de Europa, 81 penas de muerte dictadas últimamente en Ucrania no se han ejecutado. La declaración del presidente Kuchma anuncia que se va a hacer una excepción con Onoprienko.
En un momento determinado de la investigación, el acusado afirmó que oía una serie de voces en su cabeza de unos "dioses extraterrestres" que lo habían escogido por considerarlo "de nivel superior" y le habían ordenado llevar a cabo los crímenes. También aseguró que poseía poderes hipnóticos y que podía comunicarse con los animales a través de la telepatía, además de poder detener el corazón con la mente a través de unos ejercicios de yoga.
¿Enfermo mental o maniaco homicida? lo primero podría declararlo imputable, y lo segundo, condenarlo a la pena capital... el juicio, actualmente en curso, parece seriamente complicado.
Los psiquiatras, sin embargo, han diagnosticado que el hombre está perfectamente "cuerdo" y la mayoría quiere que pague por los homicidios. El mismo Onoprienko resumía así la filosofía de su carnicería: "Era muy sencillo, los veía de la misma forma en que una bestia contempla a los corderos".
* Robert Pickton - El asesino macabro. El asesinato más macabro de Canadá. Un asesino en serie canadiense, juzgado por la muerte de 26 mujeres, reconoce haber matado a 49
Robert William Pickton cometió los asesinatos durante la década de los 90. El propio acusado reconoció que merecia la pena capital. El ganadero acusado por la justicia canadiense del asesinato de 26 mujeres en el estado de Columbia Británica reconoció ante sus abogados y ante un policía de incógnito que había asesinado 49 mujeres en total, y no sólo el total de víctimas del que es acusado, siendo detenido por la Policía antes de lograr su objetivo de asesinar 50. Robert William Pickton, de 56 años de edad, fue acusado de la muerte de 26 mujeres, en su mayoría prostitutas y drogadictas.
Los asesinatos fueron cometidos durante la pasada década de los noventa principalmente en la zona más deprimida de la ciudad de Vancouver en la zona Oeste del país en el estado de Columbia Británica.
Según confesó el acusado, los descuidos favorecieron su detención por parte de la Policía y reconoció al tribunal que lo juzga su culpabilidad, asegurando él mismo que merecía ser condenado a la pena capital, algo que no logrará ya que Canadá abolió la pena de muerte hace treinta años, aunque con toda probabilidad sea condenado a cadena perpetua.
De probarse este sería el caso más macabro vivido en Canadá y hasta el momento.
Pickton sólo ha hecho frente a seis de los 26 casos que se le imputan, declarándose en los seis no culpable.
Los otros veinte cargos de asesinato en primer grado serán presentados ante la justicia posteriormente.
Las víctimas forman parte de cerca de 60 mujeres, prostitutas y drogadictas, que desaparecieron en un lapso de 20 años.
La parte acusadora sostiene que Pickton confesó que asesinó a 49 personas.
La primera semana del proceso del presunto peor asesino de la historia de Canadá termina el jueves con el fin de la difusión de la larga grabación de video en la cual el ex criador de puercos es acusado de haber dado de comer a sus cerdos a las mujeres que mataba.
Durante tres días, el jurado vio la grabación de un interrogatorio de 11 horas realizado justo después de la detención de Pickton, de 57 años. El presunto peor asesino de la historia canadiense pasa en la cinta de verse relajado a abatido, ante las acusaciones que se le imputan, negando hasta ahora haber matado a alguien.
En el interrogatorio, un policía le hace escuchar el testimonio de un conocido, Andy Bell, afirmando que mataba a mujeres, las desangraba y se las daba de comer a sus cerdos.
Otro conocido de Pickton afirmó que éste le había dicho que un modo de matar a los drogadictos era inyectarles en las venas líquido anticongelante para limpiaparabrisas de automóviles.
* Fred y Rose West - La Casa de los Horrores. El 24 de febrero de 1994 se descubre el secreto mejor escondido en 25 Cromwell Street. El fin de la historia de la casa del terror de Gloucester. La policía arresta al dueño de la casa: Frederick West, quien confiesa que su esposa y él no saben nada acerca de su hija Heather West; según su declaración "muchas chicas desaparecen" y aclara "falsifican sus nombres para trabajar como prostitutas, ella es lesbiana y tiene problemas con las drogas". Rose fue interrogada en la casa y tuvo una confesión similar, Heather desapareció a los 16 años de edad, era desagradable, perezosa y lesbiana. Toda la noche Fred y Rose pasan hablando en prisión. Al día siguiente confiesa Fred al detective Hazel Savage que él la había matado. Le cuenta como la cortó en varios pedazos para enterrarlos y repite con insistencia que Rose, su mujer, no sabe nada del asesinato. Veinte minutos después niega toda su declaración, "Heather está viva y sana. Posiblemente en estos momentos esté trabajando, tenga un Mercedes, chófer y una nueva identidad". La policía encontró tres huesos humanos, pero no pertenecían a Heather. Cuando Fred se entera del hallazgo de los huesos, confiesa una vez más el asesinato de su hija, pero niega que los restos del cadáver los haya enterrado en ese lugar. Fred cuenta a la policía cómo ocurrió el asesinato, golpeó a Heather por insolente y la agarró fuertemente de la garganta porque se había reído de él, la apretó hasta que se puso azul y se le detuvo la respiración, intentó reanimarla, la llevó a la bañera para mojar su cuerpo, cogió su ropa para secarla y luego la tiró en la basura. Se aseguró que estuviese muerta, la descuartizó con un cuchillo, al cortar la cabeza Fred escuchó un sonido muy desagradable, pero una vez cortada la cabeza, empezó a retorcer sus piernas hasta separarlas del cuerpo, tenía que hacer el cuerpo pequeño para enterrarlo en el jardín y el resto echarlo a la basura, su cuerpo permaneció enterrado siete años. Fred West nació en 1941 en Much Marcle, un pueblo a 120 millas al oeste de Londres, a pesar de los problemas y en la miseria en que vivieron los West tuvieron seis hijos más, Fred fue el consentido de su madre, no fue un buen estudiante y con frecuencia tenía problemas por lo que le golpeaban con una vara. Daisy, su madre, una mujer con sobrepeso, iba con frecuencia a gritar a sus profesores por los castigos que recibía su hijo favorito, sus compañeros lo apodaron "el niño de mamá". A los 15 años abandona los estudios y se dedica a trabajar en una granja. A los 16 años se convierte en un adolescente muy atractivo para las chicas, y empieza a salir con cualquiera para hacer realidad sus fantasías. Su padre tenía relaciones sexuales con su hermana y quedó embarazada. A los 17 años sufre un accidente de moto y como resultado: una lámina de metal dentro de su cabeza y una pierna lisiada por siempre. Tras recuperarse del accidente, Fred encuentra una amiga de 16 años llamada Catherine Bernadette Costello, apodada Rena, quien desde su niñez había tenido problemas con la justicia, encuentra en ella una ladrona muy experimentada y habilidosa. Se convierten en amantes casi de inmediato, pero el romance acaba cuando ella viaja a Escocia.
En 1961, Fred y un amigo roban un reloj y cigarrillos en un almacén, este es el comienzo de una etapa turbia. Pocos meses después fue acusado por una niña de 13 años amiga de la familia West de violación. El escándalo le originó problemas con su familia y le echaron de casa. Alejado de su familia trabaja en construcciones, roba y mantiene relaciones sexuales con mujeres jóvenes. Después de violar a la niña de 13 años, su médico lo defiende ante la justicia reclamando que padece epilepsia, por consiguiente no paga la condena en la cárcel. A los 20 años, Fred West ya tenía fama de violador de niñas, ladrón mezquino y por ende la deshonra de su familia. En 1962, los padres de Fred le permiten volver a casa en Much Marcle, su novia Rena Costello había regresado de Escocia y busca de inmediato a Fred. Rena no fue una muchacha normal, más bien era una experimentada delincuente juvenil fichada como prostituta. Embarazada de un asiático chofer de autobús y con problemas en su casa acepta como su compañero a Fred, pero ella no había contado la verdad. Secretamente, se casan en noviembre del mismo año e inmediatamente regresan a Escocia. Sus padres creían que el niño que esperaba era de Fred. En marzo de 1963, cuando nace el niño, Fred escribe una carta a la madre de Rena contando que el niño había muerto en el parto y que ella había adoptado uno de inmediato. Aunque Rena había ejercido la prostitución, no podía soportar el voraz apetito sexual de Fred West.
El interés de Fred por el sexo no era normal. "El quería sexo oral y sodomía a toda hora del día y de la noche". Fred conducía un camión de helados el cual fue dado a su joven mujer. Para alguien tan altamente sexuado como Fred, esto le pareció el paraíso. Su aparente cortesía, responsabilidad y sinceridad, le facilitaba entablar amistad con los adolescentes que se acercaban a su camión de helados narrándoles inocentes cuentos. A pesar de sus continuas infidelidades era muy posesivo con Rena. En 1964, Rena conoce a una hija de Fred llamada Anna Marie. Durante este período, responsabilizan a Rena y Fred de la muerte del novio de Anna McFall que había sido degollado. Fred pierde su empleo. Consigue trabajo en un matadero y ahí desarrolla la obsesión morbosa por los cadáveres, sangre y desmembramiento.
El matrimonio de Rena y Fred era insostenible, Rena quería regresar con sus hijos a Glasgow, pero Fred no lo permitía, así que regresa sola a Escocia. Afligida sin sus hijos, en julio de 1966, retorna a Gloucester para encontrarse con su familia y convivir en un trailer. Rena informa al alguacil Constable Hazel Savage que su esposo es un pervertido sexual y que desea llevarse a su hijo. Coincidencialmente había ocho denuncias de agresiones sexuales en el área de Gloucester efectuadas por un hombre con la descripción de Fred. A principio de 1967, Anna McFall queda embarazada de Fred, e intenta sin éxito que Fred y Rena se divorcien. Fred responde con nerviosismo a las denuncias por los asesinatos y de enterrar los cadáveres cerca del trailer en un parque durante el mes de julio. No sólo efectúa el asesinato de su amante, también el de su hijo aún no nacido. Metódicamente desmembra su cadáver y lo entierra con su feto. Curiosamente, corta los dedos de los pies, que se pierden del sitio del entierro. Este ritual sería su firma en los crímenes del futuro.
Fred actúa muy nervioso después de la desaparición de McFall. Obliga a Rena a prostituirse y pronto empieza a abusar del joven Charmaine, hijo de Rena. En enero de 1968, la bella Mary Bastholm de 15 años de edad es raptada en una parada de autobús en Gloucester. Howard Sounes cree que Fred fue el responsable, poco tiempo después otra mujer desaparece en las mismas circunstancias. Había muchos enlaces entre Fred y Mary Bastholm: fue un cliente del café Pop-In (lugar de trabajo de Mary) y ella siempre lo atendía sirviéndole; Fred había sido empleado para hacer alguna construcción al café; Mary había sido vista con un hombre con la descripción de Fred. En febrero, la madre de Fred muere por complicaciones tras una operación de la vesícula biliar. En esta época Fred se dedica a robar y cambia de trabajos muy a menudo. El 29 noviembre de 1968, mientras trabajaba como conductor de entrega de una panadería, encuentra al amor de su vida: Rose Letts. Rosemary Letts nacida en 1953 en Devon, Inglaterra; su padre, Bill Letts, fue esquizofrénico, tirano violento que exigió obediencia incondicional a su familia, disfrutaba disciplinándolos y buscando razones para castigarlos. Su madre, Daisy Letts, sufría una profunda depresión. Su hijo Andrew recuerda: "Si nos acostábamos tarde, nos arrojaba agua fría, nos ordenaba cavar zanjas en todo el jardín e inspeccionaba como un oficial del ejército, si no le gustaba ordenaba hacer todo de nuevo. A nosotros nunca se nos permitió hablar o jugar como niños normales, nos hería pegándonos con un cinturón de cuero y un pedazo de madera, hasta ponernos la piel de color azul o negro...". Luego de tener sus hijos y hacer frente a su marido, la depresión de Daisy Letts se hace crónica y es hospitalizada en 1953, durante el período con las terapias de electrochoque nace su hija Rosmary, el efecto de estas terapias en el cerebro de su hija fue desconocido… hasta años después.
Rose creció y se convirtió en la favorita de su padre, siempre haciendo en el acto cualquier cosa que éste deseaba, sólo así recibió afecto paternal y escapó a los castigos. Por su falta de facultades mentales, Rose no fue una estudiante brillante, también, fue víctima de las bromas crueles -por su gordura- de sus compañeros, a quienes les pegaba con violencia cuando se burlaban de ella.
Por consiguiente, se hace famosa por su genio agresivo y solitario. En la adolescencia, Rose muestra signos sexualmente precoces, se la ve con frecuencia por los baños de los hombres y acosa sexualmente a su hermano menor por las noches en su casa. Su padre mantenía alejados a los chicos que se interesaban por ella. A principios de 1969, Daisy Letts, cansada de su marido lo golpea y abandona llevándose a sus hijos. Sin su padre vigilándola, Rose sale por las noches y gasta su tiempo tratando de seducir a hombres mayores. A mediados de 1969, Rose regresa con su padre, hecho que sorprendió a todo el mundo. En su ciudad corría el rumor de que Rose y su padre tenían relaciones sexuales, su padre tenía reputación de seducir a mujeres muy jóvenes, pero no había pruebas de los hechos. Así la vida de Rose va tomando un rumbo desgraciado, alumna de pésimo rendimiento, problemas con la justicia y baja autoestima. Su única meta era conseguir al mejor amante... entonces aparece en su vida Fred West.
Fred West llena las expectativas como novio para Rose, cuando su padre se entera de que Rose tiene relaciones sexuales con Fred, arma un gran escándalo en los Servicios Sociales y Fred es enviado a prisión, como resultado de esta relación Rose queda embarazada. Entretanto Fred es encarcelado varias veces por robo y Rose regresa a la casa de su padre con Charmaine y Anna Marie. En 1970, nace Heather. Con tres niños a su cargo y con su novio en constantes problemas con la justicia, Rose maltrata a sus hijos. Colin Wilson cree que Rose "simplemente perdió su estado de ánimo, demostrándolo con castigos violentos y estrangulamientos".
"Mientras Fred estaba en la cárcel, Charmaine el hijo del camionero asiático es asesinado, su cuerpo fue enterrado bajo el piso de la cocina de su casa en Midland Road, el cual fue descubierto 20 años después. Antes de ser enterrado se le cortaron los dedos y rótulas. Fred guardaría esta evidencia criminal contra Rose el resto de su vida. Rose invitaba con frecuencia a un indio de la región a su casa en Midland Road para tener sexo con él, Fred escondido y muy animado miraba por un agujero las relaciones sexuales de su esposa con el indio; no gustaba del sexo ordinario, le encantaba la flagelación, los vibradores, sadismo, lesbianismo y hacía fotos a Rose, las publicaba en revistas pornográficas. Cuando Rose asesina a Charmaine, se forma un problema para ambos y una oportunidad para Rena la primera esposa de Fred, ella buscaba con insistencia a Charmaine, entonces Fred decide asesinarla: es estrangulada, sus dedos cortados y su cuerpo desmembrado es enterrado en varias partes.
En junio de 1972, Rose tiene otro hijo con Fred llamado Mae West, se casan en enero en la Oficina de Registros de Gloucester. Fred y Rose necesitan una casa para levantar su creciente familia y también acomodar el negocio de prostitución de Rose, se instalan en el número 25 de Cromwell. La casa no era muy grande por fuera pero su interior era muy cómodo, con garaje y una bodega muy grande. Fred tenía planes para la bodega, acondicionarla para que Rose puediera atender a sus clientes y hacerla a prueba de ruidos para usarla como "sala de torturas". Su primer cliente fue su hija de ocho años Anna Marie, Fred y Rose la desnudan, la amordazan, le atan las manos atrás de la espalda y le dicen que es muy afortunada por tener que satisfacer a sus padres. Mientras Rose sujeta a la niña, su padre la viola. El trauma fue tan fuerte que no pudo ir a la escuela por varios días. La niña fue amenazada si decía algo acerca de la violación. Estas violaciones ocurrieron con frecuencia por parte de Fred con su hija Anna Marie.
A finales de 1972, Fred y Rose contratan una muchacha de 17 años llamada Caroline Owens como niñera y prometen a su familia que la cuidarían mientras trabaja con ellos. Caroline era muy atractiva, Rose y Fred competían para seducirla. Caroline no se siente a gusto con ellos y decide dejarlos, entonces es secuestrada y violada, Fred le dice: "Si no haces lo que quiero, te dejaré con mis amigos negros en la bodega, luego te degollaremos y enterraré tu cadáver. Atemorizada por la actitud de Fred guarda silencio. Cuando su madre mira los golpes en su cuerpo, logra que le cuente la verdad y llama a la policía. En la audiencia de enero de 1973, Fred con 30 años y Rose con 19 y embarazada de nuevo, engañan al juez alegando que Caroline no fue obligada a hacer nada contra su voluntad y a pesar de su ficha criminal, el juez no cree que Fred West sea capaz de causar violencia e impone una leve multa contra ellos y son puestos en libertad. Por la misma época, los West hacen amistad con una costurera llamada Lynda Gough. Ocasionalmente, Lynda se desplaza por la calle Cromwell para recoger a su hijo. Algo ocurre y Lynda es asesinada. Fred desmembra su cuerpo y es enterrado en su garaje. Siguiendo su ritual, corta los dedos y las rótulas. Cuando la familia de Lynda pregunta por ella, el matrimonio dice que estuvo con ellos, pero se marchó.
Un patrón de crímenes horrible fue surgiendo, mujeres jóvenes llegaban al 25 de Cromwell, bien como inquilinos, amigos o niñeras, pero poco a poco se fue descubriendo que esa casa era un monumento a la depravación de sus habitantes.
1973 fue un año para celebrar, los West quedan libres de culpa por el secuestro y violación de Caroline Owens y el asesinato de Lynda Gough, crímenes que la policía no tuvo muy en cuenta. Con ánimos de seguir cometiendo crímenes, en noviembre secuestran a Carol Ann Cooper de 15 años de edad, se divierten sexualmente con ella, luego siguen el ritual, la estrangulan, desmembran su cuerpo, le cortan los dedos, rótulas y la entierran, así van creciendo los muertos en la casa. Como un buen trabajador, Fred hace mejoras en su casa, agranda la bodega y hace una ampliación de la casa. Esas mejoras las hacía en horas poco usuales.
Tiempo después, Lucy Partington estudiante universitaria va a casa de su madre para festejar la navidad. El 27 de diciembre, Lucy va a visitar a un amigo discapacitado y coge un autobús alrededor de las 10 de la noche.; tuvo la desgracia de encontrarse con Fred y Rose, quienes la secuestran y asesinan. Carol Ann Cooper fue torturada durante una semana y luego asesinada, su cuerpo fue cortado y enterrado en los proyectos de construcción de Fred. Tanto Lucy como Carol, fueron reportadas como desaparecidas; con estos casos los West quedan involucrados en las desapariciones.
Entre abril de 1974 y abril de 1975, tres mujeres jóvenes: Therese Siegenthaler de 21 años, Shirley Hubbard de 15 y Juanita Mott de 18, sufren el mismo destino de Carol Ann Cooper y Lucy Partington. Son torturadas, sus cuerpos desmembrados y enterrados bajo el suelo del garaje de la casa de los West. La práctica de la esclavitud con sus víctimas fue el mayor placer de Fred y Rose. Algunas de ellas tenían toda su cabeza envuelta con cinta y un plástico introducido en su nariz para dificultarles la respiración, atadas como animales en el garaje de los West.
Los West, cubrían con cemento sus hábitos monstruosos. En 1976, los West seducen a una mujer joven en una casa de rehabilitación. En la calle Cromwell, la señorita A, fue testigo de cómo un grupo de jóvenes mujeres permanecían esclavas, violadas por Fred y agredidas por Rose. Según la señorita A, una de estas mujeres fue probablemente Anna Marie, hija de Fred, que fue la pareja sexual de su padre y con quien practicaba sexo con sadismo, además la obligaba a tener sexo con sus amigos. En 1977, la casa del horror de los West había sido remodelada para permitir un número mayor de clientes. Uno de ellos fue Shirley Robinson, de 18 años, una prostituta con tendencias bisexuales, mantuvo relaciones sexuales con Fred y Rose. Shirley queda embarazada de Fred, y Rose de un cliente negro. Mientras Fred estaba satisfecho que su esposa estuviera esperando un niño de un negro, Rose no estaba contenta con el embarazo de Shirley y temía que iba a quitarle a su marido, entonces planea algo para hacer desaparecer a Shirley.
En 1977 Rose tiene a Tara y tiempo después Shirley junto con su hijo pasa a acompañar a las demás mujeres muertas. El cadáver de Shirley y de su hijo fueron desmembrados y enterrados por Fred. En noviembre de 1978, Rose y Fred tienen otra hija, llamada Luise, la pareja ya tenía seis hijos en el extravagante y malsano ambiente hogareño. Fred también deja embarazada a su hija Anna Marie, pero se complica porque el embarazo se desarrolla en la trompa de Falopio y aborta de forma natural.
En mayo de 1979, el padre de Rose muere por una enfermedad en los pulmones. Varios meses después, los West asesinan y torturan a Alison Chambers, su cadáver, al igual que el de Shirley fue enterrado en el jardín de la casa. Su hija Anna Marie sabía todo lo que ocurría en casa, cuando dejó a su familia para irse a vivir con su novio, Fred centra sus acosos sexuales sobre sus otros dos hijos, Heather y Mae. Heather se resiste a sus intenciones y es castigada. En junio de 1980, Rose da a luz a Barry y en 1982 tiene a Rosemary que no era hija de Fred.
En 1983 trae al mundo a Lucyana producto de una relación con un negro, con Tara eran ya dos hijas producto de relaciones con negros. Rose cada día se vuelve más irracional y comienza a golpear a los niños sin motivo alguno. Los West continuaron con sus secuestros, violaciones y asesinatos, el cementerio debajo de su casa seguía creciendo. En 1986, la pared de silencio que protegía a los West fue quebrada. Heather cuenta a su novio todos los maltratos que había recibido de sus padres, el novio cuenta a su familia y amigos que sus vidas corrían peligro. Fred asesina a Heather y su cuerpo es enterrado en el jardín de la casa de los West.
El negocio con la prostitución de Rose estaba muy bien y lo anunciaba en revistas especializadas, el anuncio tenía como fin mirar candidatas, así como también usarlas como prostitutas en el negocio de Rose. Una mujer, Katherine Halliday, se presenta a trabajar y de inmediato es torturada, vestida con trajes negros de cuero, es azotada y la encadenan, Katherine alarmada por la actitud de sus patrones abandona el lugar. La casa de terror de los West pronto se vendría abajo, el novio de una de las mujeres cuenta todo a la policía, el caso fue asignado al mejor policía, Hazel Savage, conocía a Fred por las denuncias de perversión sexual que había hecho Rena, ex esposa de Fred.
El 6 de agosto de 1992, la policía llega al 25 de la calle Cromwell para buscar evidencias. Encuentran montañas de revistas pornográficas, Rose es arrestada acusada como cómplice en el secuestro de un menor y Fred por secuestro y sodomía. Hazel Savage investiga e interroga a los amigos y familiares de los West; cuando interroga a Anna Marie, ésta se conmociona y cuenta todos los abusos de sus padres, también cuenta lo de Charmaine, cuyo caso conocía Savage por Rena. Savage tenía pruebas para acusar a Fred por abusar de un niño, pero necesitaba investigar y hallar pruebas contundentes por las desapariciones de Charmaine, Rena y Heather, la policía no podía creer que sus desapariciones no dejaran rastros. El hijo menor de Rose fue puesto en custodia por el gobierno.
Con Fred en la cárcel y la policía atando cabos, Rose toma una sobredosis de pastillas. Fred en la prisión se sentía asombrado y apenado por los actos que había cometido, dos testigos fundamentales no declararon contra los West, pero en la cabeza de Savage daba vueltas la desaparición de Heather. Tiempo después llega a oídos de la policía que Heather estaba enterrada debajo de la casa, se interroga a los hijos de los West, pero Fred los había amenazado para que guardaran silencio, de lo contrario serían enterrados junto a Heather. Finalmente, el detective John Bennett se encarga del caso y obtiene la autorización para buscar en la casa de la calle Cromwell y en todo el vecindario. Fred en la indagación ya había confesado la muerte de su hija y sus restos fueron encontrados enterrados en el jardín, Rose informa que el día de la desaparición no se encontraba en casa y que desconocía la muerte de Heather. Fred fue puesto en libertad temporalmente con vigilancia de la policía para que indicara el lugar donde se hallaba enterrado el cadáver de Heather.
Finalmente la policía encuentra los restos de una mujer joven, desmembrada y decapitada, la investigación se amplía a la desaparición de Shirley Robinson. Para proteger a Rose, Fred declara que él solo cometió los asesinatos de Heather, Shirley Robinson y el de una mujer aún sin identificar. Además, la investigación fue abierta por la desaparición de Rena y Charmaine. Por alguna razón, Fred confesó que los cadáveres estaban enterrados en su bodega y admite el asesinato de las mujeres, pero no el secuestro, porque fueron ellas quienes lo buscaron para tener sexo con él.
Identificar los nombres de los cadáveres no fue tarea fácil, nueve cadáveres fueron descubiertos en la bodega, Fred no fue de mucha ayuda porque no recordaba nombres ni detalles de su gran cantidad de víctimas. Como Fred protegía a su esposa, ella quería hacerse pasar como víctima de un esposo sádico y peligroso, pero no convenció a la policía. Los cuerpos de Rena, Anna McFall y Charmaine fueron encontrados con la ayuda de Fred. Sobre el caso Mary Bastholm, Fred decidió no cooperar y su cuerpo nunca fue encontrado.
El 13 de diciembre de 1994, Fred es acusado de doce asesinatos y escribió a Rose: "Nosotros siempre estaremos juntos por amor. Tú siempre serás la señora West para todo el mundo, que es lo más importante para mí", justo antes del mediodía en la prisión de Birmingham, fue descubierto por los guardias tratando de suicidarse. A pesar de las pocas evidencias, el 3 de octubre de 1995, Rose es llamada a juicio, testigos como Caroline Owens, la señorita A y Anna Marie, declaran del sadismo sexual de Rose contra las jóvenes mujeres. El objetivo del proceso, dirigido por Brian Leveson, era encontrar evidencias circunstanciales contra Rose. La defensa, dirigida por Richard Ferguson, intentaba mostrar evidencias por sadismo sexual, pero no de asesinatos, y que Rose desconocía los asesinatos y entierros de Fred.
Ferguson trató de demostrar que Rose no debía estar vinculada al caso; durante su defensa cometió graves errores y hasta en ocasiones se tornaba furioso. Finalmente, la defensa aseguraba que Fred West cometía los asesinatos cuando Rose no se encontraba en casa. Desafortunadamente para Rose, Fred fue mostrado como un mentiroso y que sus declaraciones no serían tomadas en cuenta. La declaración más dramática fue dada por Janet Leach, quien fue llamada como "testigo clave" en el caso de Fred West. Privadamente, Fred decía que su esposa había participado en los asesinatos de Charmaine y Shirley Robinson, pero había negociado con su esposa para declarar a las autoridades que sólo él había participado. Se encuentran evidencias de la participación de Rose en los crímenes y son condenados a varias cadenas perpetuas.
* Manuel Delgado Villegas, asesino en serie y psicótico, apodado el ARROPIERO. Nacido en 1943, analfabeto, de escasas luces, hijo de un vendedor de dulces de higo y propenso a enfadarse cuando le brotaban pelillos en el centro del labio superior, porque ello borraba el parecido que creía tener con Cantinflas. Violador bisexual con antecedentes penales; sádico, con ocho muertes probadas, otras catorce investigadas y veintiséis más confesadas por él mismo.
* Harold Shipman - El Doctor Muerte. Harold Frederick Shipman nació en Bestwood, condado de Nottingham el 14 de enero de 1946, fue criado en el seno de una familia de clase obrera y tuvo una infancia relativamente normal. Debido a la influencia de su madre, Vera, siempre mantuvo cierta distancia con la gente del barrio, de hecho, se dice que fue el preferido de su madre quien le veía como el más promisorio de sus hijos. Dr. Shipman "Doctor Muerte".
Su buen desempeño durante la educación básica le gana un sitio en la High Pavement Grammar School, en donde se convierte en un estudiante mas bien mediocre y solitario. En el verano de 1963, a los 17 años, pasa muchas horas junto a su madre quién está muriendo de cáncer pulmonar, una y otra vez atestigua como le es inyectada morfina para calmar los dolores provocados por la enfermedad. De acuerdo a la hipótesis de Richard Badcock, siquiatra convocado por la juez Janet Smith, ese sentimiento de impotencia y vulnerabilidad habría desencadenado más tarde en Shipman la voluntad de tener el poder absoluto en relación al proceso de la vida y la muerte
A la muerte de su madre llevo una cinta negra alrededor del brazo durante varios días, pero nunca desahogo su pesar. Retoma con tesón implacable sus estudios y no obstante ser rechazado dos veces, a los 19 años comienza su carrera médica en la Universidad de Leeds.
Durante su primer año en Leeds conoce a Primrose Oxtoby, una decoradora de escaparates de 16 años de edad. Al cabo de algunos meses de relación ella queda embarazada y contraen matrimonio tres meses antes de que nazca su primera hija, Sarah. Mas adelante tendrían otros tres hijos.
En marzo de 1974 empezó a ejercer en un consultorio de Todmorden, Yorkshire. Era taciturno y reservado, pero parecía tener un conocimiento medico enciclopédico y derrochaba energía. Fue entonces cuando comenzó a sufrir desmayos. Shipman dijo que padecía epilepsia, pero la verdadera razón era que se había vuelto adicto a la un narcótico llamado petidina. Fue descubierto accidentalmente y fue despedido del consultorio pero el Consejo Medico General lo dejo seguir ejerciendo a condición de que lo supervisara un psiquiatra. Un juez lo multo con 600 libras.
En 1979, Shipman solicitó un puesto en el Centro Medico Donneybrook, en Hyde. Fue sincero respecto a su anterior adicción a la petidina y aseguro a quienes lo entrevistaron que había superado del todo sus problemas y pidió que confiaran en él. Pronto le reconocieron no solo como un buen medico sino quizá como el mejor de Hyde.
En 1992, 14 años después, Shipman toma por fin la decisión de instalar un consultorio propio. La separación no fue grata para sus socios de Donneybrook. Aprovechándose de una falla en su contrato abre el consultorio en Market Street, cerca del hospital, y se lleva consigo a sus 2,300 pacientes.
Con su barba cana y aires de indefenso intelectual, buen padre de familia y esposo ejemplar, Harold se ganaba la confianza de sus pacientes quienes le consideraban como un doctor amable, hogareño y cariñoso, siempre preocupado por su salud. Era un miembro respetado de la sociedad de Hyde, residencia principalmente de personas mayores y trabajadores que solo van allí a dormir. A nadie extrañaba que el buen doctor visitara en su domicilio a algunos de sus pacientes para ahorrarles el viaje hasta su consultorio.
El miércoles 24 de junio de 1998 una de estas visitas domiciliarias marcaría el inicio de una serie de sucesos que conmoverían a la opinión pública inglesa y de todo el mundo y llevarían a descubrir la otra cara del Dr. Shipman, la del "Doctor Muerte".
Aquella mañana a las ocho, Harold Shipman fue recibido por la Sra. Kathleen Grundy de 81 años en su domicilio de Joel 79, apenas a tres kilómetros del consultorio de éste en la calle Market. Nada extraño había en ello, Kathleen había sido su paciente durante los últimos 20 años. Tras auscultarla procedió a ponerle una inyección y unos minutos después el Dr. abandonaba la casa para ir a su consultorio. Ese mismo día, algunas horas más tarde, se recibiría en Hamilton Ward & Co., un bufete de abogados también de la calle Market, una carta con dirección de remitente de Kathleen Grundy .
Angela Woodruff, hija de Kathleen, abogada de un despacho de Warwickshire a 130 kilómetros de Hyde, no podía comprender como era que su madre había muerto, apenas algunas semanas antes había estado de visita con ella y se veía bien de salud y animosa. El Dr. Shipman trató de consolarla diciéndole que no había nada de extraño, muchas muertes por edad avanzada sucedían así, sin previo aviso, de hecho no sería necesaria una autopsia. La Sra. Grundy fue enterrada en el cementerio de Hyde el 1 de julio.
Dos semanas más tarde, Angela recibió una llamada telefónica de Hamilton Ward & Co. Le dijeron que habían recibido un testamento a nombre de la señora Kathleen Grundy, en la cual legaba la totalidad de sus bienes, valuados en 386 mil libras esterlinas, al doctor Harold Shipman. En el bufete estaban confundidos porque nunca habían representado legalmente a la anciana. Para Angela el desconcierto fue mayor, ya que ella había sido siempre la representante legal de su madre. Cuando le enviaron por fax una copia del testamente se llevo otra sorpresa. El texto era escueto y frío, escrito al descuido con una maquina defectuosa, lo cual habría escandalizado a la señora, que era muy meticulosa. Angela conocía bien la firma de su madre, y esa le pareció demasiado grande. Convencida de que el testamento era una burda falsificación, discutió el asunto con su esposo Phil, profesor de física en la universidad de Warwick, el cual se pregunto si alguien intentaba desacreditar al doctor Shipman.
Angela decidió hacer su propia investigación antes de hacer algo, se entrevistó con los testigos que validaban el documento y descubrió con sorpresa que ambos apuntaban al Dr. Shipman. Tras consultarlo con uno de sus socios, un hombre versado en derecho penal decidió acudir a la policía.
El jefe de investigadores Bernard Postles de 45 años, de la policía de Stalybridge, tomó conocimiento del caso, él y sus hombres descubrieron que no era la primera vez que el doctor Shipman estaba bajo sospecha.
Debbie Bambroffe quién trabajaba en la empresa funeraria de su familia también había reparado en algunas extrañas coincidencias sobre la muerte de algunos pacientes del Dr. Shipman y comentó sus sospechas con Susan Booth quién era socia del consultorio Brooke. En Inglaterra, antes de que se haga una cremación, un medico de otro consultorio debe examinar el cadáver y Brooke era quién normalmente avalaba las cremaciones solicitadas por Shipman.
En marzo de 1998, la doctora Linda Reynolds, una de las socias de Booth, fue a visitar al medico forense local John Pollard. Le contó la extraña sucesión de hechos del último año, y al final hizo hincapié en lo delicado de su situación. Pollard la comprendió y acudió a la policía de Manchester, pero pidió discreción absoluta. Entonces se abrió una investigación. Los agentes averiguaron que el doctor Shipman había firmado 19 certificados de defunción en los seis meses anteriores, mas tarde se enterarían de que la cifra real era 30, con todo, las autoridades de salud pública localizaron los registros médicos de solo 14 de las 19 defunciones, y contenían pocos datos sobre las circunstancias en que ocurrieron.
Postles examino una fotocopia del testamento de la señora Grundy y se percato de que en un recuadro se había indicado su voluntad de ser incinerada. Por suerte esta voluntad no había sido respetada y decidió exhumar el cadáver de la señora Grundy. A las dos de la mañana del sábado 1 de agosto fue exhumado el cadáver e inmediatamente enviado al servicio forense, la autopsia comenzó a las 8.30 de la mañana. Mientras tanto la policía se dedicó a averiguar cuanto fuera posible sobre Harold Shipman.
Hacia finales de agosto, Julie Evans, toxicóloga del laboratorio de Servicios Forenses de Chorley, Lancashire, comunicó a Postles que había encontrado en el cadáver de la Sra. Grundy niveles de morfina que indicaban una sobredosis. Shipman fue interrogado pero negó saber el porqué. El medico dijo que los detalles del caso estaban en su computadora, lo que no parecía saber era que la fecha y la hora exactas de sus anotaciones estaban registradas en el disco duro de su maquina. Y, mientras lo interrogaban, un grupo de especialistas de la policía estaba copiando ese disco. No tardaron en determinar que muchas de las anotaciones sobre la señora Grundy -hechas supuestamente durante las consultas en años anteriores- en realidad habían sido introducidas en la computadora el día de su muerte.
El 7 de septiembre de 1998, al acusar formalmente a Shipman por el asesinato de la Sra. Grundy y hacerse públicos los descubrimientos de la policía muchos familiares de pacientes fallecidos del Dr. Shipman comenzaron a mostrar sus dudas. Uno tras otro los casos fueron desgranándose y 11 exhumaciones y autopsias más las anotaciones falseadas en la computadora del Dr. fueron dibujando una imagen realmente terrorífica.
La sala Uno del Tribunal de Preston fue testigo, a partir del 5 de octubre de 1999, del juicio de Shipman. En total enfrentaba 15 cargos por homicidio y uno por falsificar el testamento de la señora Kathleen Grundy.
En su mayor parte, el testimonio de Shipman fue cuidadoso, jamás aceptó haber cometido los crímenes. Tras siete días de escuchar al fiscal presentar pruebas y oír el testimonio de mas de 120 testigos, el jurado aun tardo una semana en llegar al veredicto. El 31 de enero de 2000 declararon al acusado culpable de los 15 cargos de homicidio y de la falsificación del testamento.
El juez Forbes no escatimo palabras al dirigirse a él. "Usted asesino a todas y cada una de sus víctimas pervirtiendo sus habilidades medicas de manera calculada y a sangre fría -le dijo-. Casi tengo la certeza de que cada una de esas mujeres le sonrió y expreso su agradecimiento mientras las sometía a sus mortales tratamientos. No hay adjetivos para calificar la maldad de todo lo que usted a hecho".
La Universidad de Leicester ha hecho público un minucioso informe que ahonda en los historiales clínicos tratados por Harold Shipman en su carrera como facultativo y su conclusión es escalofriante: probablemente más de 297 de sus pacientes no murieron por causas naturales. Los investigadores, médicos y jueces que han tomado parte del caso del "Dr. Muerte" han descartado la eutanasia o el lucro como móviles de sus horrendos crímenes. El porqué de sus actos es un secreto que se llevó a la tumba.
* Pedro Alonso Lopez - El Monstruo de los Andes. El mayor asesino de la historia Pedro Alonso Lopez, más conocido como el Monstruo de los Andes, aunque fue condenado por el asesinato de 310 niñas, aún se desconoce el número exacto de víctimas del colombiano, que cumple condena en Ecuador. Pedro Alonso López nació en Tolmia, Colombia, en 1949, durante los períodos de "La Violencia”. Éste hombre estaba de hecho en el último lugar de la Tierra donde alguien habría querido nacer. El país fue gobernado por alborotadores y actos inconcebibles de violencia. Los problemas empezaron justo un año antes, en 1948, cuando se asesinó a un político popular Liberal, Jorge Eliecer Gaitan y una guerra civil estalló en el país. La guerra continuaría los próximos 10 años y apoderaría de 200,000 vidas antes de acabar.
* Robert Garrow - El Depredador. Robert Garrow, el Depredador. Robert Garrow, su esposa Edith, y sus dos hijos, Michelle, de 15 años, y Robert, de 14, vivían en Siracusa. Robert era empleado de la panadería de Millbrook, donde se desempeñaba como maestro mecánico. Lo que no sabían ni su jefe ni sus vecinos era que el buen Robert tenía un oscuro pasado. En 1961, Robert había sido condenado por violación y asalto en Albany. Estuvo ocho años en la cárcel. Mientras cumplía su condena, Edith le visitaba fielmente en la cárcel y esperaba que fuera puesto en libertad. Sólo Edith sabía de la violenta pesadilla de su marido y de su insaciable necesidad de sexo. Cuatro años después de haber sido puesto en libertad, el nombre de Robert Garrow apareció en los titulares de la prensa de todo Estados Unidos. Sus crímenes y el dilema que presentaba a su abogado, Frank Armani, serían debatidos a través de todo el mundo de habla inglesa. El domingo 29 de julio de 1973, Nick Fiorello, Philip Domblewski, David Freeman y su novia, Carol Ann Malinowski, estaban acampando en dos carpas asentadas entre las comunidades de Wells y Speculator en los Adirondacks. Los campings estatales se encontraban llenos la noche anterior, por lo que la gente joven acampó en un pequeño descampado de la ruta 8. Nick y Phil se levantaron temprano y manejaron hasta Wells para conseguir carnada en Maverick. Mientras estaban en el pueblo, Robert Garrow condujo hasta el camping en su Volkswagen del año 1972 y se estacionó fuera de la vista de los demás. Calladamente, subió hasta llegar a una de las carpas y abrió la puerta delantera. Dentro, David y Carol Ann estaban vistiéndose. David Freeman, sorprendido, sólo pudo susurrar: "¿Qué es lo que quiere?". Robert murmuró algo como que necesitaba gasolina. Ordenó a la joven pareja que se vistiera. Sus órdenes fueron persuasivas. Robert llevaba un rifle de caza.
Mientras David y Carol Ann abandonaban la carpa, se tranquilizaron al ver a Phil y Nick pasando con su auto por un lado. Phil pidió explicaciones de lo que estaba sucediendo. Robert dijo que necesitaba gasolina. David y Carol Ann, más conscientes del peligro, aseguraron a Phil que sería mejor que cumpliera con el pedido del intruso. Robert Garrow obligó a sus cautivos a adentrarse en el bosque, en donde sacó un rollo de cuerda. Ató a David y a Nick a un árbol. A Phil y Carol se los llevó más lejos. Pidió a Carol Ann que amarrara a Phil. Después, una aterrada Carol Ann, ahora a solas con Robert, tuvo que caminar unos metros más. Robert la ató a un árbol, diciéndole que tenía que revisar a los otros.
Unos momentos más tarde, Robert apareció enfrente de Phil Domblewski. Phil, de 18 años, quien había sido el más verbal del cuarteto de cautivos, se enfrentó a la ira del loco. Robert, calmada y metódicamente, apuñaló al indefenso joven en el pecho hasta que el cuerpo sin vida se desvaneció contra las cuerdas que le sujetaban al árbol.
Carol Ann escuchó los gritos de Phil. Sudando profusamente, sus muñecas se pusieron tan resbaladizas que fue capaz de liberarse de las cuerdas. Silenciosamente, anduvo hacia Phil; llegó justo en el momento en que Robert Garrow recogía su rifle y desaparecía en el bosque.
Nick Fiorello se las arregló para liberarse, corrió hacia su auto y salió en busca de ayuda. David Freeman, recientemente liberado, tuvo la mala fortuna de tropezarse directamente en el camino de Robert Garrow. Robert le dijo a David que Nick se había escapado y le obligó a buscarlo. El intruso y el cautivo anduvieron en amplios círculos por el bosque. Pasó el tiempo. Nick regresó acompañado de varios policías en tres autos. Cuando David escuchó a su amigo, se apartó de Robert, quien salió corriendo hacia el bosque.
La policía pronto encontró a Philip Domblewski, aún atado al árbol. Carol Ann fue encontrada de rodillas, llorando ante el cuerpo de su amigo. Cuando la policía ya lo tenía acorralado, Robert Garrow logró volver a la carretera y se marchó en su propio auto.
Rápidamente los tres jóvenes rescatados escogieron la foto de Robert Garrow de entre todas las que les fueron enseñadas por la policía. La captura estaba en marcha. Había cierta urgencia. Sólo nueve días antes, Daniel Porter, de 20 años, había sido encontrado acuchillado hasta la muerte atado a un árbol, a unos 80 kilómetros de distancia de donde se había asesinado a Philip Domblewski. Porter estaba acampando con su novia, Susan Petz, quien aún se encontraba desaparecida. La similitud entre los dos incidentes era increíble.
Once días después del asesinato de Domblewski, Robert Garrow fue arrestado. Había cometido el error de intentar contactar a su hermana en Witherbee. A Robert se le vio en los bosques cercanos a la casa de su hermana. En el tiroteo que le siguió, el oficial Henry Le Blanc derribó a Robert con un rifle de alta potencia. Robert se encontraba seriamente herido en la espalda, brazos y piernas, pero se recuperó lentamente tras ser sometido a una operación con la cual se extrajeron las balas.
Después de ser acusado de asesinato, Robert insistió en ser defendido por el abogado de Siracusa, Frank Armani. Armani había defendido a Robert previamente y era su abogado registrado. Ya que Robert no tenía dinero y expresó su preferencia por Armani, la corte asignó a Armani como su abogado.
Rápidamente, Frank Armani llegó a la conclusión de que su cliente había asesinado a Philip Domblewski y que su defensa basada en la locura sería su única esperanza para cumplir condena en un hospital en vez de en la cárcel.
Al interrogar a su cliente, Armani logró que Robert le confesara que había matado a Daniel Porter y violado y asesinado a Susan Petz. También le reveló que había violado y asesinado a Alicia Hauck. Ninguno de los cuerpos había sido encontrado. Esta información puso al abogado en una situación extremadamente delicada. La confidencialidad entre abogado y cliente es la piedra angular del proceso de defensa. Si Armani revelaba la información recientemente descubierta, rompería esta confidencialidad, una acción que le podría llevar a la exclusión del colegio de abogados.
Inicialmente, Armani tenía que verificar las declaraciones de su cliente. Siguiendo instrucciones de Robert, realmente vio y fotografió el cadáver de Susan Petz, escondido y abandonado en una mina. Un colega, el abogado Francis Belge, encontró e hizo fotos del cuerpo de Alicia Hauck, enterrada en un cementerio. Frank Armani y Francis Belge, leales a su código de conducta profesional, no dijeron nada sobre sus horribles hallazgos. Armani se preparó para defender a su cliente del único cargo de asesinato de Philip Domblewski.
Mientras tanto, meses más tarde, en diciembre de 1973, un estudiante de la Universidad de Siracusa se encontró con el cuerpo de Alicia Hauck en el cementerio de Oakwood. Dos semanas más tarde, niños de una escuela vieron el pie de Susan Petz saliendo de los escombros de la mina abandonada.
Robert Garrow era un sospechoso importante en ambos asesinatos, así como en el de Daniel Porter
En mayo de 1974, Robert Garrow fue enjuiciado por el asesinato de Philip Domblewski. Garrow era tan odiado en la zona que se tuvo que poner una policía especial las 24 horas del día protegiéndole del enfurecido público. A su abogado también se le brindó protección policial. Las cartas amenazantes no hacían más que llegar a su residencia. Desde el banquillo, Robert Garrow admitió el asesinato de Daniel Porter, Susan Petz, Alicia Hauck y Philip Domblewski.
Tras la confesión dramática, el colega de Frank Armani, Francis Belge, reveló que ellos sabían lo de los asesinatos, conocían el lugar exacto donde se encontraban los cadáveres, y habían hecho fotografías de los cuerpos mucho antes de que fueran encontrados. La confidencialidad entre ellos y su cliente les había obligado a guardar silencio. Ahora que Garrow había confesado, se sentían libres de tal obligación.
La noticia de que los dos abogados no habían revelado el lugar donde se encontraban los cuerpos de las víctimas corrieron a través de toda la comunidad legal estadounidense. Llevados por la emoción del momento, sus colegas condenaron a los dos hombres.
Mientras tanto, el juicio continuaba. A Robert Garrow se le declaró culpable de asesinato y fue sentenciado a 25 años en prisión. Se presentaron varios cargos contra Frank Armani y Francis Belge, pero fueron absueltos de cualquier mal criminal o profesional por un gran jurado del Condado de Onondaga y por La Asociación Americana de Abogados.
Robert Garrow, confinado a una silla de ruedas por los resultados de sus heridas, fue encarcelado en la prisión Donnemora. Cuatro años más tarde, fue transferido a las instalaciones del correcional de Fishkill. Subrepticiamente, ejercitó sus piernas hasta que en la noche del 8 de septiembre de 1978, se subió desde su silla de ruedas y escaló dos verjas de alambre con pinchos hasta lograr su libertad.
Inmediatamente se llevó a cabo una búsqueda masiva. Tres días más tarde, en algunos bosques afuera de la institución, el funcionario Dominic Arena se encontró cara a cara con el hombre más buscado de Estados Unidos. Garrow apuntó y disparó una pistola que le había pasado, de contrabando, su hijo en la institución. Arena cayó herido. Más tarde se recuperaría. Funcionarios que le acompañaban abrieron fuego y Robert Garrow cayó muerto en el suelo, terminando con su carrera de violaciones y asesinatos.
* Kip Kinkel - El Asesino del Instituto
Kipland Kinkel más bien llamado Kip Kinkel - EL ASESINO DEL INSTITUTO.
* Herman Webster Mudget - El Doctor Holmes
Herman Webster Mudget, "El Dr. Holmes", un industrial del crimen.
* Marcel Petiot - El Doctor Muerte
Marcel Petiot "El Dr. Muerte".
* Arthur Shawcross
Arthur Shawcross amó a su madre hasta la obsesión. Tenía 47 cromosomas (uno "Y" extra)
* Los Asesinatos de Dorancel Vargas
Los Asesinatos de Dorancel Vargas Gómez, el retrato de un Caníbal.
* Richard Chase - El Vampiro de Sacramento
RICHARD CHASE, un asesino diagnosticado esquizofrénico paranoide
* John Reginald Christie
* Issei Sagawa - El caníbal
Confesiones de un caníbal, Issei Sagawa erá un estudiante japonés inteligente
* John Bowden y amigos
Jonh Bowden, Shirley Brindle, Michael Ward y David Begley, los ladrones asesinos borrachos
* La Condesa Sangrienta
Erzsébet Bathory, La condesa sangrienta
* El Psicopata del Alto Hospicio
Julio Peréz Silva, el psicópata de Alto Hospicio
* Javed Iqbal - Serial killer
Javed Iqbal el peor asesino en serie musulman, con el segundo puesto en la clasificación mundial
* Joachim Kroll - El Canibal de Ruhr
* Psicokiller Ricky Kasso
El psicokiller RICKY KASSO era un joven de 17 años de edad. Lo apodaban el Rey del Ácido
* Charlotte Bryant
Esta es la historia de una asesina, y es que los maridos no deseados, a menudo han sido eliminados por esposas asesinas, relatamos la fatídica historia de vida de Fred Bryant, un soldado inglés estacionado en Irlanda en el año 1922, durante el periodo conocido "los apuros", la guerra de guerrillas. Fred Bryant de 26 años de edad, Parecía un buen partido para la joven Charlotte de 19 años. Después de todo, Fred era un oficial de la policía militar en el regimiento de Dorset y con una vida por delante. Charlotte era una muchacha agradable de cabello negro y una mirada realmente seductora que enamoraba a los soldados británicos quienes la apodaron "Darkie". Fred hizo sus servicios durante la 1ª Guerra Mundial y cuando finalizó su deber, locamente enamorado de los encantos de Charlotte, volvió a su casa de Somerset (Inglaterra) con ella. Poco después se casaron. Fred consiguió un trabajo como granjero y se instaló en una granja de vacas en Over Compton, a unos 4 km. de Yeovil. Con el trabajo le dieron un pequeño chalet. Las cosas no funcionaron, Charlotte estaba totalmente desilusionada con ser la esposa de un granjero de bajo salario. Ella deseaba tener la acción que había sido tan prominente en Londonderry, con cientos de soldados, como en la película de "soldado y caballero". Charlotte caía en brazos de los muchachos locales cuando se le presentaba la oportunidad. De vez en cuando, su vida terrenal sexual se interrumpía para dar a luz a un bebé. Durante su turbulento matrimonio, Charlotte y Fred tuvieron cinco hijos de los que era discutible la identidad de la paternidad. Charlotte aceptaba dinero de los agradecidos muchachos quienes apreciaban sus muchos encantos. No vayamos a endulzar la realidad. Charlotte se convirtió en una prostituta a tiempo parcial. También se aficionó al diabólico ron con pasión. La irlandesa de pómulos rosados se deterioró. Para empeorar las cosas, Fred, como Rhett Butler antes que él, simplemente no le importaba un rábano. Así era como Fred lo veía, "No me importa lo que ella haga. Cuatro libras por semana son mejores que 30 garbanzos."
n diciembre de 1933, Charlotte conoció a un gitano llamado Leonard Parsons. Tenía una buena apariencia de tipo duro y otros atributos que eran menos obvios para los observadores normales. El encuentro casual cambiaría la vida de Charlotte. A Charlotte no le importaba nada que Leonard estuviera casado con una mujer llamada Priscilla Loveridge, ni que había cuatro pequeños en casa. Ella invitó a Leonard para la cena de Navidad. Durante la cena, Leonard que era vendedor, se quejó de que estaba separándose de su mujer y necesitaba un lugar adecuado donde vivir, el tonto de Fred inmediatamente le invitó a trasladarse a su casa. La oferta fue aceptada agradecidamente. Inicialmente, Fred y Len se llevaban fabulosamente, y ¿por qué no? Por casi nada, le dieron a Leonard casa y comida. Por nada, en absoluto, también le dio a Charlotte. En 1934, Fred perdió su trabajo y el chalet, pero consiguió un empleo en la granja de Coombe, un pueblo a las afuera de Sherbourne. El amante de su esposa también se trasladó con la familia. Pero ya bastaba. El lugar estaba llenísimo. Después de varios meses Fred insistió en que Leonard tenía que marcharse, lo que precipitó una verdadera discusión y Leonard se marchó. Entonces Charlotte recogió sus cosas y se marchó con dos de los niños. Tres días más tarde, regresó a los brazos comprensivos de Fred. La paz no duró mucho, Leonard le envió a Charlotte un telegrama pidiéndole una reunión. Charlotte le enseñó el telegrama a Fred y los dos decidieron encontrarse con Leonar en el pueblo de Babylon Hill. Una turbulenta pelea casi terminó en tragedia, pero este desarrollo violento se evitó cuando los tres elementos del triángulo amoroso estuvieron de acuerdo en regresar al chalet de Fred para vivir juntos. Allí, Charlotte compartió su cama con Leonard mientras su marido se quedaba en el sofá. Para complicar más la situación, Charlotte se quedó embarazada.
A los 39 años Fred enfermó tras comerse el bocadillo que Charlotte le preparó. Con fuertes dolores estomacales y ayudado de un vecino que le indujo a vomitar, mejoró. El médico le diagnosticó gastroenteritis. Tres meses más tarde tuvo otro ataque similar y una vez más, Fred mejoró rápidamente y volvió a sus obligaciones en la granja. En noviembre de 1935, Len Parsons abandonó el chalet de Bryan para siempre. El 11 de diciembre, Fred cayó enfermo. Charlotte preguntó por su seguro, pero le informaron que su esposo estaba demasiado enfermo como para ser cubierto. Charlotte, ahora atrapada con un esposo enfermo y abandonada por su amante, encontró un nueva amiga, una viuda cuarentona, Lucy Malvina Ostler. Lucy se fue a vivir al chalet para acompañar a Charlotte y ayudarla. Justo antes de las navidades, Fred empeoró peligrosamente. Vomitó hasta que finalmente, a las 9:00 a.m., fue trasladado al Hospital Yeatman en Sherbourne. Fred falleció esa misma tarde. Una autopsia indicó que su muerte fue debida a envenenamiento con arsénico, se encontraron 4,09 gramos en su cuerpo así como en sus uñas, el veneno se le había administrado durante un largo periodo de tiempo, habia sido un asesinato totalmente premeditado y con gran sangre fria.
* Petiso Orejudo - Cayetano Santos Gordino. Cayetano Santos Gordino, El Petiso Orejudo. La ciudad porteña de Buenos Aires vio nacer, el 31 de octubre de 1896, al hijo de los inmigrantes calabreses Fiore Gordino y Lucía Ruffo. Este niño quién llevaría el nombre de Cayetano Santos horrorizaría a la Argentina algunos años más tarde bajo el apelativo de el "PETISO OREJUDO". Fiore fue quizá responsable en parte de haber engendrado a quién se convertiría en el primer criminal en serie en la historia policial argentina. Alcohólico y golpeador, había contraído la sífilis tiempo antes del nacimiento de Cayetano. El niño vino al mundo con graves problemas de salud, de hecho, durante sus primeros años de vida estuvo varias veces al borde de la muerte a causa de una enteritis. La niñez de Cayetano transcurre en la calle, vagando. A partir de los cinco años concurre a varias escuelas de donde siempre es expulsado por su falta de interés en los estudios y su comportamiento rebelde. El escenario de sus correrías y carrera criminal serían los baldíos y conventillos de los barrios de Almagro y Parque Patricios, por entonces todavía al borde de la pampa. Es una zona de quintas, de retiro, de descanso. Pero también es un arrabal desgranado de paisanos y extranjeros. El 28/09/1904, contando con apenas 7 años, Cayetano da inicio a su carrera criminal, a fuerza de engaños lleva a Miguel de Paoli, de casi dos años hasta un baldío y allí lo golpea para luego arrojarlo sobre un montón de espinas, un policía que pasaba se percata de lo sucedido y lleva a ambos niños a la comisaría de donde serían recogidos mas tarde por sus respectivas madres. Al año siguiente, Cayetano agrede a su vecina Ana Neri, de apenas 18 meses. Le conduce hasta un baldío en donde le golpea repetidamente en la cabeza con una piedra. Nuevamente es descubierto por un policía quién pone fin al ataque y le detiene, pero, dada su corta edad es dejado en libertad esa misma noche. Extrañamente, el que sería el primer asesinato de Cayetano pasó desapercibido y solamente sería descubierto años después cuando lo relata, en su confesión ante la policía. Según él cuenta, en 1906 toma a una niña de aproximadamente 2 años y la lleva hasta un baldío sobre la calle Río de Janeiro donde intenta estrangularla, después, decide enterrarla viva en una zanja que cubre con latas. Las autoridades, al conocer este crimen, se trasladan hasta el lugar pero se encuentran con que se había edificado una casa de dos pisos. La historia no pudo ser corroborada a pesar de que los archivos policiales registran una denuncia por desaparición con fecha 29 de marzo de 1906, de una niña de tres años de nombre María Roca Face, tomada en la comisaría 10ª. La niña desaparecida nunca fue encontrada. Ese mismo año, al parecer apenas algunos días después de cometer su primer asesinato, sería denunciado ante la policía por su padre al descubrir que ha martirizado a aves domésticas. Fiore encuentra dentro de un zapato de su hijo un pájaro muerto y, debajo de su cama, una caja en donde guarda los cadáveres de otras aves. Cayetano pasó recluido poco más de dos meses y después regresa a las calles, como ya no asiste a la escuela vuelve a dedicarse a la vagancia, sumido en sus morbosas fantasías, masturbándose continuamente. El 9 de septiembre de 1908 vuelve a las andadas, conduce a Severino González Caló, de 2 años, a una bodega ubicada frente al Colegio del Sagrado Corazón, ahí lo sumerge en una pileta para caballos cubriéndola después con una tabla para ahogar al pequeño. El propietario del lugar, Zacarías Caviglia, descubre la tentativa pero Godino se defiende diciendo que el niño había sido llevado hasta allí por una mujer vestida de negro de la que suministra señas particulares. Es conducido a la comisaría de donde es recogido al día siguiente. Seis días más tarde, el 15 de septiembre, en Colombres 632, quema con un cigarrillo los párpados de Julio Botte, de 22 meses de edad. Es descubierto por la madre de la víctima, pero alcanza a huir. El 6 de diciembre Fiore y Lucía Godino, cansados de los continuos problemas causados por Cayetano vuelven a entregarlo a la policía, esta vez es enviado a la Colonia de Menores Marcos Paz en donde permanece por tres años. Durante su encierro concurre a clases en donde medio aprende a leer y escribir.
La estancia de Cayetano en Marcos Paz, lejos de regenerarlo, le endurece. El 23 de diciembre de 1911 regresa a las calles; ahora es un criminal frío y terriblemente potenciado.
Su liberación se da, al parecer, a petición de sus padres con quienes regresa a vivir. En un fútil intento por redimirlo de su secuela criminal se habían ocupado de conseguirle trabajo en una fábrica, por desgracia solamente es capaz de mantener el puesto por tres meses.
Nuevamente comienza a vagar por las calles, pero esta vez no se circunscribe a los barrios conocidos, sus vagabundeos le llevan a frecuentar lugares y personas del más bajo nivel de moral de la pujante ciudad de Buenos Aires. Asimismo , comienza a sufrir fuertes dolores de cabeza que se traducían en ganas de matar, sobre todo después de tomar alcohol.
1912 es un año que marca hitos en más de una historia, por un lado se desata la guerra en los estados balcánicos y por otra el Titanic se lleva al fondo del mar toda la gloria y pompa con que fue bautizado.
El 17 de enero del fatídico 1912 Cayetano, quién ya es conocido en las calles con el sobrenombre de "Petiso Orejudo", se introduce en una bodega de la calle de Corrientes y da rienda a otra de sus grandes pasiones; el fuego. El incendio que provoca tarda cuatro horas en ser sofocado por los bomberos. Después de su arresto declararía:
"Me gusta ver trabajar a los bomberos… es lindo ver como caen en el fuego."
El 26 de enero de 1912 un crimen aterrador conmueve a la sociedad porteña. El cadáver del menor Arturo Laurora, de 13 años es encontrado en una casa puesta en alquiler en la calle Pavón. El cuerpo es descubierto, golpeado y semidesnudo, con un trozo de cordel atado al rededor del cuello. Su desaparición había sido reportada apenas el día anterior. Las investigaciones no conducen a ningún lado. Posteriormente Cayetano confesaría la autoría de este crimen. El 7 de marzo siguiente Cayetano prende fuego a las ropas de Reyna Bonita Vaínicoff de cinco años, la pequeña fallece 16 días después de debatirse entre la vida y la muerte en el Hospital de Niños. En los meses siguientes el Petiso causa dos incendios más que son controlados fácilmente por los bomberos sin que se produzcan víctimas, el 24 de septiembre, mientras trabaja en una bodega propiedad de Paulino Gómez, Cayetano mata de tres puñaladas a una yegua. No fue detenido por falta de pruebas. Apenas unos días después prende fuego a la Estación Vail de la compañía de tranvías Anglo-Argentina, el incendio fue controlado por los bomberos. En noviembre 8 el Petiso Orejudo, con engaños como siempre, convence a Roberto Russo de 2 años a acompañarlo a un almacén en donde supuestamente le compraría unos caramelos. Le lleva hasta un alfalfar a pocas cuadras en donde le ata los pies y procede a ahorcarlo con un trozo de la cuerda que usa para atarse los pantalones, son descubiertos por un peón del alfalfar quién los entrega a las autoridades. Cayetano declara haber encontrado atado al niño y estarlo rescatando cuando son descubiertos, es liberado por falta de mérito.
El 16 del mismo mes, en un baldío situado en las calles de Deán Funes y Chiclana, intenta golpear a Carmen Gittone de 3 años. Un vigilante hace acto de presencia y el agresor consigue escapar. Días después, el 20 de noviembre, se lleva de la esquina de Muñiz y Directorio a la niña Catalina Naulener de 5 años. Busca un baldío por la calle Directorio, pero antes de encontrarlo la menor se resiste a seguir. Godino se descontrola y la golpea. El dueño de la casa ubicada en el número 78 de la mencionada calle interviene y Cayetano logra huir de nuevo. El último crimen del Orejudo es probablemente el mejor documentado de su espectacular carrera, su víctima, Gerardo Giordano de apenas tres años sale, como todas las mañanas después de desayunar con sus padres, de su casa ubicada en la calle Progreso número 2185 para reunirse con sus amiguitos y jugar a todo aquello que acostumbran jugar los niños en esa edad. Esa misma mañana del 3 de diciembre, a pesar de los acostumbrados gritos de su padre, Cayetano sale de su casa ubicada en Urquiza 1970, ya lleva clavada entre los ojos la determinación terrible de matar. Después de vagabundear un rato por las calles, Santos Godino encuentra, en la calle Progreso un grupo de chicos jugando. Se les suma sin despertar ninguna sospecha porque, después de todo, su aspecto de idiota siempre le ha permitido ganar la confianza de sus víctimas
Poco después consigue convencer a Gerardo para que lo acompañe a comprar unos caramelos. Un rato antes y sin éxito, invitó a Marta Pelossi, de 2 años de edad; pero la menor, asustada, se refugió en su domicilio. Así pues, víctima y homicida se encaminan sin apuro hacia el almacén ubicado en Progreso 2599 en donde compran dos centavos de caramelos de chocolate. Enseguida el más chico los reclama, pero Godino, imperturbable, resuelve dosificarlos: le permite algunos, y le promete los demás si acepta acompañarlo hasta cierto lugar alejado, la Quinta Moreno. Una vez en la entrada, el chico llora y se resiste a entrar. Pero el asesino lleva hecho demasiado, ni siquiera vacila: lo agarra con violencia de los brazos, lo introduce en la quinta y lo arrincona cerca de un horno de ladrillos. Lo derriba con fuerza y lo aquieta poniéndole la rodilla derecha sobre el pecho. Godino conoce el mecanismo: con apuro, pero sereno, se quita el piolín que lleva por cinturón (se trata de esos lazos de algodón que se utilizan en albañilería para sostener las plomadas), y empieza a enrollarlo en el cuello de Gerardo, le da 13 vueltas y procede a estrangularlo. Pero Gerardo intenta levantarse, así que Cayetano procede a atarle de pies y manos cortando la cuerda con un cerillo encendido. De nuevo procede a asfixiarlo con el cordel pero el chiquillo se resiste a morir. Una idea cruza por la mente de Cayetano; ¿Por que no atravesarle la cabeza con un clavo?
Uniendo la acción a la idea el Petiso se da a la tarea de encontrar la herramienta deseada, su búsqueda le lleva al exterior del local en donde topa con el padre de Gerardo quién le pregunta por el paradero del niño, imperturbable, Cayetano, le responde no haberlo visto y le sugiere dirigirse a la comisaría más próxima a levantar un reporte. Mientras tanto el Orejudo encuentra un viejo clavo de 4 pulgadas, regresa con él junto a su víctima, usando una piedra como martillo lo hunde en la sien del niño moribundo y después de cubrirlo con una vieja lámina de zinc huye de la escena del crimen. Esa noche, durante la velación de su víctima, Cayetano hace acto de presencia. Después de observar durante algún tiempo el cadáver de Gerardo huye llorando del lugar. (Según declaró posteriormente, deseaba ver si el cadáver aun tenía el clavo en su cabeza) Para su desgracia dos policías, el Subcomisario Peire y el principal Ricardo Bassetti ya habían ligado cabos con casos anteriores y esa misma madrugada se allanó el hogar de los Gordino arrestando a Cayetano, encontrando en sus bolsillos un artículo de periódico aun fresco que relataba los pormenores del asesinato y en sus pantalones restos del piolín con que había intentado ahorcar a Gerardo.
Tras ser detenido confesó cuatro homicidios y numerosas tentativas de asesinatos. En una primera instancia, Santos Godino fue declarado irresponsable y se lo recluyó en el Hospicio de las Mercedes, en el pabellón de alienados delincuentes, donde atacó a dos pacientes. Uno estaba inválido en una cama. Otro se movía en silla de ruedas. Después intentó huir.
Lo trasladaron a la Penitenciaría Nacional de la calle Las Heras y finalmente, en 1923 se le trasladó al penal de Ushuaia, la provincia más austral de la Argentina, a la "Cárcel del Fin del Mundo". En 1927 los médicos del penal le hicieron una cirugía estética en las orejas, porque creían que allí radicaba su maldad. Obviamente este tratamiento "radical" no sirvió de nada. En 1936 pidió la libertad y se la negaron: de los dictámenes médicos elaborados por los doctores Negri y Lucero y los doctores Esteves y Cabred se concluye que; "Es un imbécil o un degenerado hereditario, perverso instintivo, extremadamente peligroso para quienes lo rodean"
De su vida de recluso se sabe poco. Apenas alguna anécdota como la siguiente: en 1933, consiguió detonar la furia de los presos porque mató al gato mascota del penal arrojándolo junto con los leños al fuego; le pegaron tanto que tardó más de veinte días en salir del hospital.
Las circunstancias de su muerte, ocurrida en Ushuaia el 15 de noviembre de 1944 siguen siendo nebulosas. Supuestamente murió a causa de una hemorragia interna causada por un proceso ulceroso gastroduodenal, pero se sabe que había sido maltratado y, con frecuencia, violentado sexualmente. Sobrellevó los largos días de la cárcel, sin amigos, sin visitas y sin cartas. Murió sin confesar remordimientos. El penal de Ushuaia fue finalmente clausurado en 1947. Cuando el cementerio fue removido sus huesos ya no estaban...
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